El Patronato del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente ha manifestado su "gran preocupación por la importante merma de recursos económicos prevista para este espacio protegido en el año 2013".
En un comunicado remitido tras la reunión de este órgano, señalan que, "teniendo en cuenta que dicho recorte va a afectar seriamente a las áreas de prevención y extinción de incendios, vigilancia, información al visitante, divulgación y educación, acondicionamiento de senderos, mejora del hábitat, control del arruí, mantenimiento de infraestructuras y vehículos, etc, hay que concluir que todo ello va a incidir negativamente en la atención y seguridad de los visitantes, en la conservación de los valores naturales y culturales del Parque y en el alcance de los objetivos de mejoras sociales, culturales y económicas de la población, que son los tres pilares que justifican la creación y el mantenimiento de un parque nacional".
De ahí que el Patronato haya solicitado al Gobierno de Canarias la "revisión al alza del presupuesto para este Parque Nacional, con el fin de que se puedan cumplir los objetivos que tiene encomendados".
Este acuerdo lo han remitido a los portavoces de los grupos parlamentarios. Además, la dirección del Parque se ha puesto en contacto directamente con los parlamentarios de los tres partidos políticos que representan a La Palma en el Parlamento de Canarias para que se opongan a este recorte y busquen una alternativa.
En cuanto a las cifras, en 2010, el primer año después de la trasferencia, para La Caldera había un presupuesto de partida en el capítulo II, de 916.005 euros, y del capítulo VI, de 2.466.780 euros. Para el 2013, el presupuesto que ha sido remitido por el Gobierno al Parlamento es en el capítulo II, de 640.683, un 70% del transferido, y el capítulo VI es de 430.000 euros, lo que representa solo un 17.43% de lo que tenía el Patronato en 2010.
Eso supone, aseguran, una pérdida de calidad en los servicios de atención al público (guías e informadores) y control de especies exóticas (control del arruí), que se engloba en el capítulo 2 del Presupuesto, y la imposibilidad de tener un servicio en prevención de incendios.
peroquehablas
es que sino rajoy no tiene para comer.
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PedroLuis
El asunto es complejo y sencillo a la vez: Los recortes presupuestarios afectan a todas las instituciones y a todos los capítulos, dependan del Gobierno Central, Autonómico o Insular.
Se sabe que los presupuestos están conectados por vasos comunicantes. Si los partidos responsables de gobernar en cada uno de los ámbitos son diferentes, total o parcialmente, pues ya se sabe lo que ocurre: "la culpa la tienes tú".
También se sabe que toca llorar y pedir lo que en buena lid creemos merecer: en sanidad, en educación, en investigación, en infraestructuras, en artesanía, en medioambiente, en parques nacionales, en centros de acogida, en atención social… Y por ahí podríamos seguir hasta atrevernos a pedir dinero “AHORA, PRECISAMENTE AHORA…” para controlar la población de arruíes, una especie exótica y dañina, que se podría haber erradicado hace años de la fauna insular… que debe dar vergüenza la cantidad de dinero que se lleva invertida en la “farsa de su pseudocontrol”, lo mismo que ocurre con el muflón en Tenerife. En fin, toca priorizar las inversiones y sinceramente, no entiendo como los representantes de las instituciones que no se han ocupado con la seriedad debida de este asunto, todavía se atreven a jugar con esta hipocresía.
Así nos va.
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Derisa
¡Yo lo cuido gratis, hombre!.
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