Hay que sudar y pelear frente a la Sociedad Deportiva Amorebieta, con un enemigo que fue derrotado por el recién ascendido Navalcarnero (2-0), y que en la temporada pasada, en la Jornada novena, consiguió en el “Silvestre Carrillo” llevarse dos puntos (0-0)
Lo dice el refranero: el que espera, desespera. Y los seguidores del Club Deportivo Mensajero –siempre han sido forofos y fieles- y no se cansan demasiado pronto. El “baile” acaba de empezar.
Los parroquianos del “Silvestre Carrillo”, junto al Barranco de Dolores no quieren estar con desesperaciones, en esta Temporada 2016-17, que ya tienen experiencia de la anterior campaña. En esta Primera Jornada, los seguidores rojinegros, no salieron defraudados con el resultado de empate (1-1), ante el Real Unión de Irún.
Hay que dar tiempo al tiempo. Porque las perspectivas aún no son negras ni moradas. De igual manera que hemos censurado las actuaciones en la anterior campaña del conjunto que preside Víctor-Manuel Francisco Herrera, aconsejamos sensatez, serenidad.
Y esa templanza debiera imponerla aquel que lleva el timón de la nave rojinegra, justo desde tan comprometido instante; con todo el riesgo que supone una competición en la Segunda División “B”, Grupo Segundo. Sin paños calientes, sin restar un piropo al Real Unión de Irún.
El Club Deportivo Mensajero sigue siendo víctima de sus propios errores y de otros a los que es ajeno. Acaso el “tropiezo” recibido en su feudo sirva de atención a los muchachos del “míster” Jaime Molina. Pese al resultado obtenido, el que comanda la nave reconociera el error que costó la perdida de dos puntos, y que sus muchachos lucharan a fondo.
Con los pies en el suelo y camino de Amorebieta, las cabezas pensantes de este Club Deportivo Mensajero que comenzó mal la Liga, cediendo dos puntos (1-1), ante el Real Unión de Irún, tienen el –ineludible deber- de enmendar errores y enderezar el rumbo. La profesionalidad –va por los futbolistas- es condición indispensable.
Hay que sudar y pelear frente a la Sociedad Deportiva Amorebieta, con un enemigo que fue derrotado por el recién ascendido Navalcarnero (2-0), y que en la temporada pasada, en la Jornada novena, consiguió en el “Silvestre Carrillo” llevarse dos puntos (0-0).
Paciencia y a jugar. Y procurar no tropezar. Que los rojinegros palmeros se olviden, por un momento, de su último enfrentamiento. Han de fatigarse para merecer el “bizcochon”.
ESCRIBE: Miguel Pérez.
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