Lamentablemente la tragedia sacudió a La Palma a principios del pasado mes de agosto con uno de los incendios más devastadores que ha padecido la Isla, que grabó a fuego para siempre el año 2016 en la memoria de los palmeros especialmente por el fallecimiento de un agente forestal durante las labores de extinción.
El peor balance del incendio de Jedey, a pesar de los cuantiosos daños materiales y naturales que produjo, fue sin duda el hecho de que se cobrara la vida del agente de Medio Ambiente del Cabildo, Fran Santana. Una pérdida irreparable como consecuencia de este incendio provocado por una grave neglicencia de un ciudadano alemán.
El incendio forestal de Jedey afectó a un total de 4.864 hectáreas, de las que el 90% pertenecen a espacios protegidos (3.778 hectáreas de pinar -82%-; 260 de retamar -5%-; 264 de vegetación de lapillis -6%-, y 301 ha de vegetación rupícola -7%-. Los datos del Cabildo, recogen además que fue necesaria la evacuación de 2.500 personas y se contabilizaron daños por 6 millones de euros.
En total, el fuego se mantuvo con una actividad incontrolada durante nueve días y tardó varios meses en darse definitivamente por extinguido. En la extinción partiparon 560 efectivos terrestres y 11 medios aéreos.
Como contraste a la tragedia, la Isla, de forma espontánea, realizó una campaña de agradecimiento desde los tejados de las casas con carteles de “Gracias” dirigidos a los tripulantes de los medios aéreos que operaron contra el fuego.
