Algo se está moviendo en las alturas. El hecho de que el dirigente del Partido Socialista de Cataluña reclame la abdicación del Rey y la inmediata subida al poder de su hijo, Felipe VI, ha cogido por sorpresa a parte de la opinión pública. Pero no a toda la opinión pública. En realidad, la historia de España, desde mediados del siglo XIX hasta ahora mismo, ha traído más de una vez el desgaste de la monarquía y la aspiración de erradicarla, ha soterrado el debate monarquía/república. Republicanos fueron personajes destacados del arte, la ciencia y el pensamiento, y entre ellos algunos ilustres canarios como Benito Pérez Galdós, Blas Cabrera y Oscar Domínguez, junto a Vicente Blasco Ibáñez, Unamuno, Antonio Machado, Luis Buñuel, Pau Casals, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Juan Ramón Jiménez… Unos se fueron al exilio, otros permanecieron el exilio, algunos retornaron tras la muerte de Franco.
El debate monarquía/república en realidad esconde el propio debate entre el regeneracionismo y el conservadurismo, entre el progresismo y la ortodoxia, entre el avance social y la permanencia en el modelo de la vieja España de tintes inmovilistas. La España republicana de 1931-36 era una España de analfabetismo, caciquismo, anticlericalismo y baja renta. La España de hoy, a pesar de la crisis, es un país europeo que ha mejorado su nivel de vida y su instrucción. Pero, en medio de la actual situación económica, las corrupciones de los políticos y los últimos comportamientos del Rey, las encuestas de opinión revelan que la monarquía está a la baja y los ideales republicanos en ascenso. Claro que, en un momento en que los nacionalismos silban el himno nacional y la aparición de Juan Carlos en los actos públicos, hay muchas cuestiones por abordar. ¿Sirve la Constitución del 78 para ir hacia el federalismo que reivindica parte del PSOE como estrategia para amortiguar los impulsos independentistas?
Está claro que la monarquía parlamentaria trajo modernidad y mejora social, cierto que se granjeó respeto y prestigio pero algunos comportamientos de los últimos años han introducido una quiebra en la imagen que de ella tiene la ciudadanía. Los propios achaques de salud del Rey son una metáfora de la percepción que en estos momentos tiene la institución entre los ciudadanos. En algunos balcones de Madrid y en movilizaciones callejeras aparecen banderas tricolores. Y la pregunta es doble ¿podría regenerarse la monarquía si dimitiera Juan Carlos o podría la fórmula republicana mantener la unidad y la estabilidad de este viejo país llamado España tan propenso a los extremismos?
Cierto que el príncipe Felipe tiene buena imagen, y con su juventud podría ser un golpe de aire fresco para una institución tan tocada por tantos errores.
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jacoma
Estimado Luis, recuerdo perfectamente cuando el 6 de diciembre de 1978 fue convocado un referéndum para aprobar la constitución que ahora nos rige y en cierto modo nos encorseta. No pude pues votar en un sentido u otro y por ello no me siento atado a sus condicionamientos políticos, condicionamientos muy serios para los que vivimos aquellos momentos ya que como algunos recordaremos solamente dos años atrás había fallecido el dictador de manera natural y entonces el sistema político heredado tuvo que organizar un referéndum para dar forma a la nueva configuración del estado.
Es obvio que aquel el referéndum digan lo que digan fue una maniobra de supervivencia. Cierto que se votó mayoritariamente a favor de la Constitución, pero claro, también hay que decir que fue la única opción que se presento, no se presentaron más y el no a la misma no significaba nada concreto salvo la añoranza del antiguo sistema o la negativa radical a aceptar dicho artefacto político que nos encadenaba. ¿Quién se atreve a decir que en aquel momento no tenía miedo?. Por aquel entonces las cosas no estaban para nada claras y la nueva constitución era un producto de las circunstancias a las que a mi entender estábamos claramente atados. Entonces el ejército era una razón poderosísima, los que tenemos ciertas edades pudimos apreciarlo y vivirlo dos años y medio después con el 23 de febrero de 1981. Por ello Luis, me queda claro que la constitución de 1978 fue una elección condicionada de la que salió a mi entender refrendada la monarquía sin que nadie, absolutamente nadie, nos preguntara específicamente si deseamos una figura monárquica elegida por Franco o si deseábamos alguna otra alternativa de corte republicano, esa consulta no existió. Se nos hurtó totalmente ese momento y ocasión para que todos pudiéramos decidir. En cierto modo se nos coaccionó por el miedo a votar positivamente algo que en otras circunstancias nos habríamos pensado una, dos y tres veces. Sentíamos el claro aliento del franquismo con el conocido ruido de los sables del ejército apuntándonos al cogote.
Ciertamente que entonces aquellas circunstancias propiciaron un claro entendimiento de las fuerzas políticas desde la derecha al Partido Comunista para aprobar un proyecto que nos ha servido durante más de treinta años con algún éxito, pero claro Luis, ahora se nos revela su fragilidad cuando se plantea la sucesión del rey en favor del Príncipe Felipe o Felipe VI como bien preguntas Luis, algo que tarde o temprano sucederá. En cualquier caso te pregunto, entonces ¿Somos monárquicos? ¿Quién lo ha decidido? Yo no, desde luego. La monarquía evidencia su origen impuesto y su sucesor ( El príncipe Felipe o Felipe VI ) le auguro un futuro incierto o al menos creo que no lo tendrá tan fácil como su padre que tuvo un golpe de estado para afianzar su figura permitiéndole que fuera incuestionable.
Lamento cuando abuchean al rey en algunos espacios. Lo siento ciertamente, pero no puedo dejar de reconocer que ha sido una figura que no cuadra en nuestras circunstancias y se me confirma más cada día. Es aguda su decadencia personal en sintonía con un sistema político que muestra los mismos errores que tuvo la Restauración de 1876 en que dos partidos, el conservador y el liberal se alternaban en el poder produciendo una aguda corrupción sistémica. Comprendo que es difícil dar una alternativa a este modo de organización del estado basada en la alternancia de dos fuerzas políticas que tienen todo el poder para ellas, una supuestamente progresista y otra abiertamente conservadora.
El tema Luis es que he llegado a pensar que podría saltar todo por los aires si se airean ciertas ideas de mala manera. La configuración del estado (centralista, federal, autonómica, independencias incluidas) cuando menos es controvertida y polémica. España la tenemos asentada sobre una enorme fragilidad que se muestra en la inseguridad que tiene nuestro sistema político partiendo de la base de la incertidumbre monárquica. No es que seamos republicanos, pero lo cierto es que nunca hemos tenido ocasión de decidir si queríamos una monarquía como modo de organización política. La decadencia de una figura que se convirtió en carismática tras el 23 de febrero de 1981 está produciendo efectos complicados por su complicidad con escándalos que afectan a su estabilidad, parece dar igual que el Jefe del Estado se vaya a cazar elefantes o visite a su “amiga” Corinna, (alguno ha comentado que esa es su vida privada donde no se debe entrar) da igual que la reina viaje a Londres para realizar sus compras navideñas a razón de 380 euros la noche de hotel (antes 2000 euros) en lugar de incentivar el comercio nacional, da igual que doña Leticia se gaste el dinero en operaciones de estética, y por supuesto, da igual que Iñaki y Cristina estén inmersos, presuntamente, en turbios negocios y no solo eso, sino que los españoles somos menos generosos a la hora de permitir la existencia de una institución incontrolable y fuera de todo orden reglado. Está bien que durante más de treinta años, los tiempos reclamen otra configuración del estado. Sé que esta la posibilidad de que nos pueda llegar otro Berlusconi o que un presidente de la república no garantiza la moralidad del estado, pero Luis, también es verdad que estoy cansado de una figura que no representa nada para mí, salvo el miedo al futuro y cuyo hijo que ciertamente parece estar bien preparado (medios para ello ha tenido). En cualquier caso, es una entelequia hacia la que ahora mismo somos muchísimos y, cada vez más, los que no sentimos ninguna afición, por ello, reclamamos el derecho a manifestar nuestra opinión al respecto, algo que no ha sucedido nunca y el 6 de diciembre de 1978 no es suficiente para la gente de mi edad y me parece que menos para los mas jóvenes, dadas sus limitaciones, sus miedos y sus coacciones evidentes.
Pere Navarro, secretario del PSC estos días ha manifestado su deseo de que se produzca la sucesión dinástica de modo que sea Felipe VI el nuevo rey. El PSOE le ha censurado por hablar de lo que no se debe hablar. No se debería hablar de lo que nos afecta. Pero es que yo voy más lejos, ¿Por qué no se puede reclamar el derecho a elegir la configuración del estado monárquica o republica? Puede ser que ganen los monárquicos, pero no estaría para nada mal que lo fuera por el resultado de las urnas tras un debate real y no condicionado por el miedo. Entiendo que la opción republicana, por la que muchísima gente votaríamos, tiene un pasado complicado que, en las ocasiones en que ha tenido lugar, ha fracasado por diferentes causas, también por el ejército y por su desorganización política. Confieso que me contento con poco y, no veo clara esta aspiración en el momento actual de la política española.
Debería ser imprescindible poder votar si monarquía o república. Alguna vez tendrá que ser Luis. ¿O no? Por lo que he podido leer y estudiar, a mi me parece que es la forma de gobierno más conforme con la evolución natural de los pueblos. Y en muchos casos la más adecuada a la situación real de un país, además, yo estoy abierto a dejarme convencer de la bondad del pensamiento republicano sobre el monárquico constitucional, que me convenzan de que es mejor que nos mande un Presidente de la República a un Monarca constitucional, no me parece para nada malo que se pueda contar tus sentimientos, es más, no me quedaría tranquilo si no digo lo que siento.
Después esta esa confusión creada por cierta Izquierda y cierta progresía, que se han querido apropiar del Republicanismo, hay cierta Derecha que no encuentra su sitio en el Republicanismo, porque por alguna razón perversa, hay quien ha asociado Republicanismo = Izquierdas y eso, en primer lugar no es así, y en segundo lugar, es lo peor que le puede pasar al Republicanismo. Claramente se puede ser Republicano y de Derechas, y Monárquico y de Izquierdas (que los hay). Como en todos los países democráticos.
Digamos entonces Luis, que en tal caso podríamos tener tres opciones (siendo realistas); una Monarquía Parlamentaria, una República Parlamentarista o una República Presidencialista, reconozco que tengo envidia de Francia; eligen al Presidente en 2 vueltas. Eligen a su Jefe de Estado, además, un Jefe del Estado que tiene poderes reales, que sirve para algo.
Sinceramente no me gusta que el Rey pueda proponer a Presidente del Gobierno a quien le da la gana. Es decir; hace consultas con los líderes políticos, luego escucha al Presidente del Congreso, y luego propone a quien él piensa que puede obtener la confianza. A quien él piensa, cuando él no ha sido votado por el Pueblo Soberano. Eso no me gusta.
No me gusta la inviolabilidad total de toda la Familia Real. La del Jefe del Estado, la entiendo. ¿Pero la de la hermana del Rey, que es Familia Real?
No me gusta que el Jefe del Estado por cuna, sea también, por cuna, Capitán General de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire.
No me gusta la opacidad en las cuentas públicas de la Corona, y privadas del ciudadano que tenga la Corona, y Familia.
No me gusta la censura, o autocensura, que hay hacia la Primera Familia. Esto no pasa en Repúblicas, ni en otro tipo de monarquías.
No me gusta eso de que Arbitra y Modera las Instituciones. ¡Cómo! ¿Una figura no electa ha de moderar al Congreso, representante directo del Pueblo Soberano?
No me gusta que la Casa Real, tenga la única web que yo he visto en mi vida (y casi seguro que la única de una Jefatura del Estado Democrática), en la que no hay ningún tipo de enlace de contacto; sin posibilidad de mandar un email ni nada. ¿Me representa a mí y no me pone ni una forma de contacto en la web?
Por estas pequeñas cosas; entre una Monarquía Parlamentaria, y una República, en circunstancias normales, prefiero una República. O al menos, que me lo pregunten; que para eso soy 1 de los 46.000.000 que conformamos el Pueblo Soberano y a mis años que son unos cuantos, nadie me lo ha preguntado nunca.
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ificrates
III república, el jefe del Estado debe ser elegible y por tanto, sustituible, en cuanto meta la pezuña.
Ahora bien, lo primero es que la economía pase a estar al servicio de El Pueblo Soberano, y no al de una oligarquia mezquina de banqueros y grandes empresarios de mentalidad medieval.
La monarquía caerá por si sola como fruta madura. No hay razón para armar jaleo agitando el árbol para que caiga. Será como con Isabel II o Alfonso XIII, un clamor popular ante tanta mandanga y latrocinio.
Los Borbones son, siempre fueron, y este último, que parecía una excepción, es otro más, unos vividores, no han dado un palo al agua en más de 200 años y eso, la sociedad actual, no lo soporta. El único que sirvió para algo, solo duró 15 años: Fernando VI, que nadie recuerda. Sobre todo eso de pagarle las putas al rey, no hay quien se lo coma.
Si ya, el 23F, lo que pasó aquel día fue que no quería que lo volviera a tutelar un militar.
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Pintao
A estas alturas del foro me congratula ver que este pais es cada vez más maduro, al menos nos queda ese consuelo, que no es poco.
Qué más importa que sea blanco no negro el gato si lo importante es que cace ratones, decía el chinito.
Aunque sinceramente creo que dada nuestra idiosincracia es preferible tragar algún sapo con la monarquia por aquello de ser de orígen hereditario que no despertar nuestros demonios cainistas que llevamos dentro a la hora de aceptar un presidente de república aúnque nos haya sido impuesto por mayoría suficiente del partido al que no profesamos afectos.
Hay en este pais mucha mala leche en las élites de todo tipo a la hora de aceptar y transigir moderadamente con políticos del partido contrario y a la hora de manejar la demagogia para cambiar mayorías, tenemos reconocidos maestros, no hay más que ver la panoplia mediática de que disponemos donde se salvan pocos.
En eso tampoco nos parecemos a Gran Bretaña, pero no perdemos la esperanza de comprender más pronto que tarde en que consiste el fair play.
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estaca
La actual estructura política de nuestro país se contruye a partir de la designación de Juan Carlos como rey por el llamado caudillo. Igualmente las cortes franquistas se hicieron el harakiri y dieron paso a la democracia. La mayor parte de los dirigentes que han gestionado la democracia, tanto de izquierda como de derecha, o bien han sido altos cargos con Franco (por ejemplo Fco. Fernandez Ordónez, entonces presidente del INI y luego ministro del PSOE), o son hijos de altos dignatarios franquistas. Los sindicatos y la patronal mantienen prácticamente la estructura subsidiada del antiguo sindicato vertical. Todo el mundo ha sido pragmático y ningún político serio ha cuestionado a ninguno de esos actores hasta ahora, por sus orígenes.
Yo creo que hay motivos – en democracia siempre – para cuestionar y criticar todo el entramado político. De hecho se está haciendo. Pero no entiendo que se haga una crítica a una parte y no al todo. En este caso al actual rey.
A cualquier español, lo que le interesa ahora y desgraciadamente, por muchos años, (por no decir per secula seculorum), es que tenga un puesto de trabajo, bien para él, o para sus allegados. En ese sentido creo que lo que más le interesa a nuestros conciudadanos, no es la forma de la jefatura del estado sino que ésta funcione y lo más barato posible. Eso si respetando aquellos que por razones emocionales, intelectuales, etc. piensan que una forma es mejor que otra.
En mi opinión el rey es básicamente un relaciones públicas. Se tendría que criticar al rey y a los gobiernos, por estar/tenerlo dentro del país en actos protocolarios chorras, en vez de tenerlo fuera, en particular, en América y países árabes, consiguiendo contratos para las empresas españolas. En ese sentido, no solo me parece criticable sino elogiable el que haya ido a una cacería a Bostwana con jeques y gente que cortan el bacalao. De hecho, consiguió, o dio un empujón al contrato del AVE en Arabia Saudí. (por cierto, de ese contrato se benefició un antiguo ministro de F. González, quien a su vez lo obligó a dimitir por una comisiones también del AVE).Criticar y/o cuestionar la monarquía por asuntos de la entrepierna, me parece propia de reunión de comadres.
Otra cosa es la golfería del yerno. Ya se sabe como son los yernísimos. ¿pero, qué me dicen de los políticos que le aflojaban la pasta sin más?. ¿qué ocurrió en 2006 cuando un periodista, en Baleares, destapó el escándalo y ningún político de la oposición hizo nada en serio?. El rey, en cambio, obligó al Urdanga a dejar la mandurria.
La salida de pata de banco del dirigente socialista de Cataluña, Pere Navarro, es de antología. Dice que los problemas de la mala gestión, la corrupción generalizada durante más de treinta años en Cataluña, se arregla poniendo al príncipe Felipe de rey, ya que está muy preparado. ¿y cómo lo sabe? ¿tuvo una revelación?. Menudo mentecato.
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pevalqui
Luis, el último comentario de fútbol que envié, lo hice por error a tu blog en vez de al de Ibrahim. Haz lo que mejor creas.
Saludos. Buenas tardes.
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pevalqui
¿Qué sería del/y sin el fútbol, que tantas altas y bajas pasiones desata?.
Que me lo digan a mi, que el pasado Sábado que me levanté como un resorte del sillón cuando el colombiano Murillo hizo el tercero para la UD cuando ya el partido daba su último estertor, tras saque de corner, para así mejor resarcirnos de los errores arbitrales con la injusta expulsión previa de Vitolo, que tanto condicionó posteriormente el partido.
Con mal partido de la UD, con diez hombres incluido.
Nada, "que el Moudrid y el Messilona", irán de la mano a partir de mañana hacia los cuartos de final de la Champions. Para gusto y disgusto de muchos. Amén (que ya estamos casi en pre cónclave cardenalicio).
Buenas tardes. Saludos cordiales.
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pevalqui
Ante este tipo de comentarios, Luis, haciendo un simil con otro poder fáctico, solíamos decir aquello de: " uff con la iglesia hemos topado".
Yo que he sido más bien de los "juancarlistas", más que monárquico, el tema podría ser analizado desde varios puntos de vista. Con independencia de que uno se declare más monárquico o republicano.
Considerando los tiempos que vivimos, la monarquía no deja de ser un anacronismo más propio de tiempos pretéritos. Concretamente la española, es la más barata. Vamos a dejar ahora a un lado lo del "yernísimo". Ha tenido su buena etapa. El rey sigue gozando de buena imagen en los paises árabes, y algo menos en Latinoamerica tras el advenimiento de los gobiernos de tendencia socialista. Por Europa parece que el hombre ya no se prodiga tanto.
La República, las que hemos vivido en España, no han otorgado mucha estabilidad, que digamos. Más bien al contrario. Sin que por ello tengamos que justificar ningún golpe militar, por supuesto.
Los ingleses, muy suyos ellos, le sacan un enorme beneficio a la monarquía. Allí, ya lo dicen ellos de cualquier cosa. "It has to be different" (tiene que ser diferente). A lo mejor es por eso que quieren seguir aislados, monetaria y fiscalmente aunque luego pretendan poner condiciones a la Europa Comunitaria, de lo que son socios fundadores.
Honestamente, querido Luis, y sin pretender vaciar de contenido el interesante debate que nos traes, no me dá la impresión que ahora mismo sea algo que preocupe mucho a la ciudadanía. Hace algún tiempo que no visito la Península, excepto para hacer transbordos de aviones. Diez años atrás, observé con sorpresa como muchos símbolos del franquismo, seguían perpetuándose en ciudades como Burgos y Santander. Sobre todo en determinadas poblaciones. Lo que se daba en llamar "símbolos de la Patria"
Aquí en Canarias, no lo percibo. Si que ha sido noticia, de ahí tu propuesta, supongo, en prensa escrita y en televisión.
De siempre han sido vox populi las debilidades borbónicas. Pero nunca se habían aireado tanto como en estos últimos tiempos. Nos habíamos quedado con aquel: "¿Dónde vas Alfonso XII, dónde vas triste de ti?. Hemos visto a un señor por televisión, implorando ser reconocido como integrante de tan notable familia etc etc…
¿Qué quieren qué les diga? A mi el Rey, es un tipo que me cae simpático, cercano e inteligente. Aunque creo que su tiempo como rey debió haber acabado hace diez años. No por ello lo proclamo.
Probablemente los catalanes, que se han saltado el pacto constitucional del año 1978, por el forro de sus caprichos con las pretensiones soberanistas, sin dejar de entender que le amparan buenas razones, al menos para quejarse, en la persona de un destacado dirigente ha pedido la abdicación de Su Majestad. Quiero pensar que no querrá con ello hacer un simil con la saga de Los Puyol y demás especies que tienen por allá.
En el PSOE, donde hay opiniones publicadas más edulcoradas y/o ácidas, respecto de la monarquía, siempre la ha tratado con sumo respeto. Se ha publicado incluso que el Rey tuvo mejor relación tanto con Felipe González y con Zapatero, que con Aznar.
En el estado actual de las cosas, a mi entender con cierta tardanza, ha vuelto con el tema del federalismo, como pócima necesaria para resolver la cuestión catalana.
Con el devenir de los años y la situación que nos está tocando vivir, la prudencia y el conocimiento de la Historia de España, en donde el orgullo patrio, por ambos lados, y las contradicciones propias que les son afines, me hacen pensar que deberían quedarse como están, con las salvedades mencionadas. Y por supuesto una imagen más acorde con la época en qué vivimos.
Buenas tardes. Saludos cordiales.
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riego
La República alfabetizo al pueblo, el voto a la mujer,entre los anarquistas los caciques y fascistas no dejaron a la República hacer lo que tenia que hacer un estado Democratico.
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lleon
Amigos lectores: sé que hay muchas opiniones contrapuestas en este y otros temas; me corresponde de vez en cuando generar un pequeño debate, porque es bueno para la salud democrática de una comunidad. Gracias a Digna, directora de El Apurón, que nos acoge, espero que con ganas. Gracias a todos.
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McCourt
Yo sólo digo que sería peligrosísimo entrar ahora en el juego de monarquías y repúblicas. La historia, por desgracia, nos ha demostrado que en coyunturas inestables, la república da paso, en un periodo corto de tiempo, a pachanga y dictadura. 1933. Cuidado! Primero la crisis, poner en su sitio a unos cuantos banqueros, políticos, defraudadores y corruptos varios. Empleo. Y luego nos sentamos a hablar. Todo a la vez es, repito, peligroso.
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