TURISMO

¿Ifícrates = Galva? ¿Ifícrates = Galva? ¿Se conocen? ¿Cuál es su relación? ya estudiaré el tema: existen meteduras de pata inapelables, ¡ja, ja, ja!. Un análisis del vocabulario desvelará el misterio. Recuerde que el bien y la perfección está en los detalles ¿En qué queda una noche de amor si uno descuida los detalles?.

Mire, Galva: usted ha utilizado su profesión de abogado como pantalla para sus opiniones ¿Para adquirir publicidad y notoriedad? No lo sé. Le advertí que separase ambas cosas… y debiera haberme hecho caso.

La cualidad más importante de un abogado es la prudencia y la capacidad de ver un asunto desde diversos puntos de vista, incluyendo los de la parte contraria. Creo que usted carece de ambas cualidades y eso le planteará graves problemas profesionales, es cuestión de tiempo.

No tengo nada que ver con nadie que se dedique al turismo ni ejerza ninguna actividad turística, aunque sí es cierto que me paso todo el tiempo que puedo viajando, normalmente por muy poco dinero.
Tampoco puedo despilfarrar porque mantener hijos estudiando fuera de casa cuesta una pasta y, además, uno tiene que ahorrar para su futuro, dadas las circunstancias. Ah, ninguno/a piensa en volver a La Palma a ejercer sus profesiones… ya se verá.
Aunque todavía siguen solicitando mis servicios profesionales, tengo lo suficiente para vivir desahogado y no aspiro a ser el más rico del cementerio. Así que rechazo todas las ofertas, salvo aquellas en que recibo justos honorarios: las gracias.

Soy un señorito… Recuerdo a mis padres yéndose a la cama sin cenar ("porque no tenían hambre"). Muchos años después comprendí que nos estaban dando a los hijos lo único que había para cenar.
Empecé mi vida profesional acarreando estiércol de gallina en granjas enormes y descargando cemento en muelles (cuando los barcos eran graneleros). Luego pasé a ganar mucho más, trabajando mucho menos, pero no he olvidado saber hacer todo con mis manos, aunque pudiera pagar la mano de obra asalariada.

Creo que todavía me sobrarían fuerzas para hacer otra casa, pero prefiero dedicarlas al cuidado de mi compañera y a lo que puedan necesitar mis chicos de mí.

Sinceramente, creo que desbarra usted y cuando uno trabaja para el público no es buena idea.

En cuanto a los chicos que me han sido confiados por la vida: su vida es suya y harán con ella lo que les parezca oportuno, incluido estudiar derecho, si esa ha sido su decisión… A mí me queda la obligación y el orgullo de ayudarles económicamente y animarlos cuando se ciernen malos tiempos, como ahora.