Hotel Las Hoyas Princess, ya han pasado dos años...

A mi humilde modo de ver este asunto, yo no pretendo contraponer el binomio Agricultura versus turismo.

Todo lo contrario, lo que yo pretendo dar a entender, aunque sólo sea por los años dedicados a ello y por lo tanto con conocimientos para discernir que en el monte del "turismo" no todo es orégano, es que la gente a la que el asunto le interesa, conseguirá un futuro mucho más estable, creando un tipo de industria que responda a los intereses de los palmeros y no a los intereses de grandes consorcios que al ser los dueños de todo el negocio, especulan en su favor sin importarles que pasarà pasado mañana.

Y como en La Palma, a corto y medio plazo no parece que los tales "grandes consorcios" les interese, nos lo ponen a huevo para con los mimbres que tenemos en la mano vayamos tejiendo el cesto que nos interese, con la medida exacta para que no pese demasiado, y pensando que La Isla para mantener sus virtudes medioambientales hemos de tener en cuenta que solo nos movemos en 706 klm cuadrados en su gran parte con una orografía muy irregular y con un espacio muy limitado para las diferentes actividades.

Lo mío, y he tenido tiempo de ver las cosas de muchas maneras, no es ecologismo sino más bien puro egoísmo bien entendido.

Es positivo el ser muy animoso como RLR, otros también quieren ver el futuro muy brillante.

Pero hombre, no se dejen encandilar, que lo que están viendo al fin y al cabo con espejismos.
Están deseando que los negocios especulativos vengan y nos utilicen.

Me gustaría mucho más y hasta me quitaría el sombrero si por ejemplo RLR dijera:
"Me gustaría heredar de mis padres un trozo de terreno en la costa porque tengo en la cabeza un proyecto que pienso desarrollar de esta o aquella manera, con este y aquel atractivo y con un ambiente que me imagino de esta u otra manera.

Lo que da pena es que una vez que herede de mis padres, le lo vendo al mejor postor para que especule con ello y así el mismo caso multiplicado por cien, y entonces comprenderán que los especuladores cada uno hace su negocio inflando la burbuja hasta que estalle, y los naturales del país, los que no residen en Marbella o Londres dependiendo de la estación, se lleven todo el valor añadido y aquí nos quedemos con las migajas compuestas de unos salarios cada día más míseros con el beneplácito del Sr. Rajoy y poco màs.

Hay que utilizar lo que se tiene a mano con una idea sostenible en el tiempo y donde no se pierda el control de lo que se hace o se quiere hacer,

Esa es la gente dueña de sus destinos, y lo de ser esclavos de los especuladores que nos marquen el ritmo y nos regulen hasta el aire que respiramos, muchas gracias, a otro perro con ese hueso.

Hay que fijar la atención en que el volumen del negocio nuevo nos permita, primero que sea sostenible y segundo que no dependa de terceros que me impongan lo que quieren hacer y no lo que yo crea que debo hacer.

No sabemos lo que vale que en la Palma haya tanta gente que como mi familia hayamos vivido de trabajar dos fanegadas de plátanos y de criar un par de becerros para carne y un par de cabras para queso.

No tiene nada que envidiar el hombre que con paciencia va picando cuatro ramas de faya para estiercol mientras ve recortado en el cielo los montes de la Gomera.

Naturalmente puede uno estar picando monte o preparando un guiso de conejo para una mesa de noruegos que han estado pateando La Caldera y quieren darse un homenaje de aromas y gustos regados por un vinito de cualquier parte de la Isla.

El que tenga vocación y una idea viable que la ponga en marcha poco a poco que es mucho más preferible que estar a la orden del ultimo e-mail que te mandan de Frankfurt, quizás bajándote los precios de invierno, y tu sin otra alternativa que te veas obligado a bajarte los pantalones y además sin soltar la sonrisa.