Desde la semana pasada, sigue llegando a mis oídos, en mis paseos mañaneros por la Calle Real, que Nuestro Real Club Nautico con la finalidad de superar sus conocidos problemas económicos, se quiere vender al primer lobo con piel de cordero que venga a ofrecerle dinero.
Cada vez cobra más fuerza el rumor que se quiere hacer una terraza de verano en sus instalaciones, e incluso que ya se ha presentado una propuesta. ¿Consentiremos que ese lobo, al que sólo le importa don dinero, sin importarle nada nuestro Club, se llene todas las noches sus bolsillos con el supuesto ocio que ofrecerá (bebidas, drogas, peleas,) y que nuestra familia, mujeres, hijos y nietos acudan todas las mañanas estivales a las instalaciones entre los desperdicios, orines y otros restos orgánicos de la juerga de la noche –amanecida anterior?
Estoy de acuerdo con que se tienen que buscar alternativas a la situación económica en la que estamos pero me parece imposible que nuestra Directiva no apele al sentido común, busque soluciones con visión de futuro y sin perder la filosofía de nuestro Real Club Náutico ¿Es esta la herencia que le queremos dejar a nuestros hijos? ¿Estarían orgullosos nuestros antepasados y primeros socios en lo que quieren convertir nuestro Club?.
ber
Bueno, pues cuando el Ayuntamiento pretendió mover ese Club hacia la zona del Barranco del Carmen, con más terreno, mejores instalaciones e incluso un pequeño puerto deportivo, muchos de sus socios (amigos míos), me comentaron que si hacían eso se daban de baja porque no era lo mismo, ya que allí, en esa zona, no te vería nadie entrar a las instalaciones. Con estas afirmaciones tan claras, me dejaron claro el nivel de "elitismo" y las ganas de "aparentar" que subsiste en parte de esa sociedad. Las sociedades privadas y exclusivas, se mantienen con el dinero de los socios, y son ellos los que tendrán que rascarse el bolsillo para mantenerse o, como es el caso que se presenta, abrirse a nuevas fórmulas de financiación.
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Martelero
Si eso es cierto tienen varias opciones a mi modo de ver:
a) Aumentar cuotas.
b) Conseguir mas socios.
c) Ampliar lineas de negocio.
El Club Náutico es una institución privada, y como tal el problema es privado, ¿Que quieres, un rescate público?
Da la sensación de que es así, puesto que en cierta manera una vez ya le funcionó, y es cuando entullaron la Playa del Tunel para el Puerto, salvándose el Club Náutico de manera ciertamente extraña.
Pero con mi dinero que no cuenten. Ustedes se lo guisan, ustedes se lo comen.
Percibo cierto aire de superioridad en el sentido de que la Terraza de Verano puede estar aquí o allá pero no en el Club Náutico porque nosotros lo valemos. Creo que el argumento podría haber sido mas acertado, pero leyendo esto, me ha puesto de mal humor.
Cuando lo de la Playa del Tunel, la mayoría de los Palmeros perdimos, ustedes siguieron conservando por no decir que hasta ampliaron sus instalaciones. No entiendo porque el resto de los palmeros se jorobaron y ustedes no.
No me vengan con argumentos porqueyovalguistas.
¿Ahora les toca a ustedes? Se siente.
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niquiomo
Creo que catano tiene toda la razón, pero además yo añadiría que si quieren seguir siendo elitistas no tendrán más remedio que subir las cuotas. Qué pena dan ¿verdad? claro, si para hacerse socio te cobran una matrícula de seis mil euros o más, si no eres socio accionista, si a la hora de vender o liquidar el club el socio no tiene derecho a nada, si las cuotas mensuales son astronómicas, si hacen derramas cada pocos años para tener unas instalaciones magníficas, una de dos o te sobra mucho dinero para pertenecer a este club privado y entonces con aportar algo más el tema se soluciona, o dejas entrar a más gente bajando cuotas y haciendo a sus socios partícipes. El elitismo hay que pagarlo o bajar el listón y si no, pues tiburón va, tiburón viene
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catano
Es lo que hay. Con la que está cayendo la gente se da de baja o deja de pagar las cuotas de sociedades como ésta que en definitiva son pequeños lujos que antes eran perfectamente asumibles y hoy son necesariamente prescindibles. La alternativa es subir las cuotas o ir a las derramas, siempre partiendo de la base de que las respectivas directivas ya han hecho todo lo posible por ahorrar en todo lo "ahorrable". Se buscan ingresos atípicos que unos entienden y a otros le parecen aberrantes. Bajan las aguas turbias en esta entidad, pero también en otras como el Club de Tenis Valle de Aridane, la Sociedad de San Antonio o el Club de Tenis La Palma…y seguro que en otras tantas de la isla. Tras la época de las vacas gordas, con sus ampliaciones monumentales y demás, vino la crisis, y lo que quedan son las instalaciones que hay que mantener, las hipotecas que hay que pagar, y las bajas de socios que no pueden seguir pagando cuotas.
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