Mi aliada la mixomatosis.

Lo dicho anteriormente, este año, una vez más, los lepóridos han hecho sus estragos al cultivo de la vid, pero no en cuantía de años atrás, y es que al parecer, mi aliada, la mixomatosis también está haciendo de las suyas, hecho este que personalmente le agradezco a este virus que no pierde ocasión.
Pero,… existe un hecho que desconocía de este mundillo de la caza, cual es que los propios cazadores, ante la escasez de piezas, se han convertido en cunicultores, solo hasta la edad adulta del animal. Llegada esta, ellos mismos dan suelta en los lugares propicios de los pequeños ejércitos que cada cual haya conseguido con sus crías. Entiéndase que se trata de no tener una temporada baja, poder echarse al hombro sus Berettas, cargar igualmente el hurón, así como sus podencos, los cuales de estos últimos se han llegado a pagar cifras que sobrepasan los 2000 €.
Evidentemente, esto debe tener un poder adictivo, como si de una droga se tratase, ya que como vemos, ante la ausencia de elementos que justifiquen sus salidas al campo, se “meten en vena” cualquier cosa, para ejemplo lo comentado anteriormente. Si, sin el estruendo de la pólvora y su tufillo, el hurón, el ladrido de sus podencos, no se sienten nada bien. Bueno los podencos mientras les son útiles, después ya sabemos lo que hacen con ellos.
Vaya desgracia Señor, vaya desgracia…