A Manuel Hernández Ramos
En este verano pasado Francisco Pulido, inteligente maestro, publicó un muy buen artículo sobre La Palma que no nos merecemos y la que nos merecemos. La lástima está en que no sé cuanta gente leyó el
artículo y cuantos de nuestra clase política se lo leyeron con la atención que merecía. Estoy casi seguro que para muchos de los que lo leyeron no pasó de ser una protesta a la que no prestaron atención alguna. Y lo malo es que en aquel artículo se exponían una serie de ideas para trabajarlas por nuestra clase política, al menos la insular
y empezar a sacar conclusiones acerca de lo que están haciendo aparte de cobrar el sueldo.
1. Decir que en todo el periodo de la democracia en La Palma no se ha hecho nada, no es exacto, pero decir que es poco y mal gestionado sí.
La Palma es una isla que tiene que echar mano de los dos únicos factores posibles que tiene: Un turismo ecológico que quiera y entienda el valor de un medio natural fabuloso y la agricultura. Ya sabemos que el sector agrario es que menos gente ocupa en los países con un cierto nivel de desarrollo, pero aquí no hay otra alternativa que potenciarlo si queremos desarrollar la isla. Agricultura y ganadería, claro está ¿Ello es posible? Yo entiendo que sí. Sólo que hace falta un alto grado de nivel organizativo, que por ahora no lo hay. Por ejemplo, Barlovento, es un pueblo pequeño de un par de mil habitantes y 1.500 pipas de agua por hora. Cuando digo 1.500 pipas de agua -único pueblo de las islas que posee este inmenso tesoro natural- hablo de agua potable a todos los efectos. Cualquier persona puede tomarse un vaso de agua en la puerta de la galería, sea la que fuere sin temor alguno a poder ser afectado de ninguna enfermedad infecciosa. No se trata de agua tratada y archirreciclada como ocurre con el agua de otras islas. Se trata de agua natural ecológica. Esto lo valoran los verdaderos naturalistas, es decir gentes que saben que el agua de Ámsterdam, por ejemplo, es agua del Rhin, reciclada y tratada para la bebida y el cultivo. No sé si habrá alguien tan ingenuo, que piense que el agua de Basilea o La Haya, viene directamente de los nacientes del Rhin. Luego el agua con la que podemos cultivar aquí es completamente ecológica. Esto es cierto, pero por ahora no vale de mucho. El proceso de estancamiento que sufre la isla es tremendo, un estancamiento que afecta a todos los niveles de la vida. Por ejemplo Garafía, tenía en 1959 en torno a los 6000 habitantes. Hoy apenas pasa de 1000. Barlovento apenas alcanza algo más de los 2.000. En 1950, tenía 3500 habitantes. San Andrés y Sauces, tenía en la década de los sesenta, cerca de los 7000. Hoy apenas llegará los 4000. Y así sucesivamente. El estancamiento entre los setenta u ochenta mil habitantes en que está la isla desde hace más de 20 años habla de su envejecimiento. Aquí la gente joven no para, se nos va a Tenerife o Gran Canaria. No obstante en los últimos años algunos pueblos han crecido algo, Breña Alta por Santa cruz de la Palma, Puntagorda ha mejorado bastante sus infraestructuras y ofrece un importante mercadillo al que acude bastante gente. También Los Llanos de Aridane y pare Ud. de contar. ¿Qué le ocurre a la isla? Pues sencillamente que estamos ante una isla subvencionada a todos los niveles. La buena época del plátano ya pasó. Se mantienen gracias a las subvenciones. ¿Qué es una subvención? Una subvención es una muleta que se le entrega al paciente que ha tenido un problema traumático. Pero el médico recuerda el tiempo que debe usarse: tres meses, cuatro, según los casos y luego a caminar sin muleta. Aquí no ha ocurrido así, seguimos muleteando y no sabemos por cuánto tiempo más. Yo no creo que la UE siga haciendo pagos de subvención por mucho tiempo. Hay que pensar que la producción platanera de países como Ecuador, Colombia, Venezuela, Panamá y países de la costa africana, dista mucho de ser una agricultura de jardín como es la nuestra. Ahí los cuidados son bastante menores y no digamos el coste de la mano de obra. En un terreno difícil de cultivar como el nuestro, el capítulo de las ayudas debería estar contemplado básicamente para las zonas que tienen su producción en momentos en los que ya hay abundancia de otrasfrutas. Eso es lo que tengo entendido que han dicho los miembros de la UE al contemplar nuestro paisaje.
2. Por lo demás todo el terreno está en el más completo estado de abandono. Apenas la gente cultiva pequeñas parcelas, donde va obteniendo las papas algo de boniatos y verduras para el autoconsumo. No hay producción agrícola organizada que pueda mantener a la gente durante todo el año. Así podemos hablar de las frutas, las verduras, plantas de huerta, que mucha gente cultiva para su autoconsumo, pero no para su venta en el comercio. El comercio acoge muy poco de lo que se va produciendo, dadas las pegas que sanidad impone a los propios comerciantes. Nada escapa al ojo avizor del inspector o inspectores correspondientes y desde luego la producción más amplia la controlan los señores Silvano y Tomás Barreto. Entre tanto los ayuntamientos no hacen nada y no digamos el Cabildo, donde parece que esto es una cuestión marginal.
3. La Palma tiene que vivir de las dos únicas fuentes de riqueza que le ha dado la naturaleza, que son su paisaje extraordinario y su agricultura ecológica. Hay que aprovechar las bellezas paisajísticas de esta isla y poner pocas pegas en la adecuación del paisaje. Por ejemplo, 14 años estuvo esperando el restaurante instalado en Fuencaliente para que le autorizaran su realización y al final, creo que el arquitecto no era ni de aquí. Siempre ha de ser de fuera. De otra isla o peninsular. Aquí no debe haber arquitectos capaces de una cosa igual. Aprovechar los paisajes con excelentes puestas de sol. Lo mismo digo de los terrenos capaces de producir excelentes cosechas de papas, que son un verdadero manjar para la mesa, lo mismo digo de las habas, pimientos, tomates, el millo, el sabroso millo criollo y también el dulce, que bien cultivado, también es bueno. Si esto lo hiciéramos en cada casa se ahorraba mucho dinero. Pero la buena tradición agrícola de estos pueblos se ha ido perdiendo en beneficiode los hiperdinos, supersoles, Spares etc. Y así no conseguimos que pare un euro en nuestros bolsillos y que cueste llegar a fin de mes.
4. La mala gestión de esta isla es apreciable en múltiples aspectos. Las gentes de Tenerife se frotan las manos, cuando ven nuestra inoperancia. Por ejemplo, ya no somos capaces de producir el pan que vamos gastando. En el primer barco que llega en la mañana de Tenerife viene una cantidad importante de pan crudo que después se hornea en los propios comercios, con la cantidad de elementos conservantes que tiene que tiene que tener este pan para no estropearse. No producimos ya ni el pan que consumimos. A Tenerife no le interesa que aquí se siembre casi nada, ellos nos abastecen sea de lo que fuere; papas malas o buenas cuando no de Israel, de Chipre o de Irlanda -papas tipo jabón- malas de comer como un dolor, que hay que tirarlas con frecuencia y así todo lo demás.
5. Desde el Cabildo y los Ayuntamientos se ven pocas gestiones para cambiar este esquema, más bien predomina en el Cabildo sobre todo la pelea por el puesto principal, que si uno quiere optar a ser presidente, que si se suben o bajan los sueldos, por cierto sueldos que no deben andar lejos de los 3.000 eurazos. La isla del Hierro, con ser más pequeña, está bastante mejor gestionada que esta nuestra. La prueba de la mala gestión de esta isla está en el índice de pobreza que nos aporta cáritas, que ronda el 30%.
6. A nuestra gente joven hay que decirle que se trabaja para vivir con dignidad, no para hacerse rico. Algunos lo logran, pero esos son contados y habría que ver en la forma en que lo han conseguido. La isla debería mantener en torno al 10% de la población joven que va saliendo y ofrecerle perspectivas ilusionantes. Trabajar la agricultura y la ganadería debería estar mejor estimado y considerado y lograr que quien se dedica a ella esté contento porque puede vivir dignamente. Pero ¿quién va a impulsar estas ideas? Aquí cabría muy bien decir que una simbiosis de colaboración efectiva entre Cabildo y ayuntamientos podría dar buenos resultados en un plazo razonable no demasiado largo de modo que la isla no se nos vacíe más de la poca gente joven que nos queda y que desea trabajar aquí .
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barlovento
Todo esto.esta muy bien pero claro de cara a la galería, como es posible que nadie intente producir si luego o no te lo pagan o te dan dos duros k no da ni para el agua, que fácil.se ve desde fuera, yo querría verlos trabajando la tierra y que cuando tubiesen la cosecha les dieran dos perras una y otra vez, aquí no se habla de la comercialización que es el gran fallo y de los intermediarios y mangantes que son los que se llenan las manos, en todos los cultivos desde el plátano véase el precio desde diciembre en todas las zonas 1 2 y 3 para k diga este que las ayudas para una zonas determinadas hasta verduras etc. Muchos especuladores. A estos los ponía con una azad en la mano a ver que valor le ponen. Su trabajo después de unos meses.
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pinolin
todos estos comtarios so verdaderos hay que traer a todos los agricultores que se fueron para venezuela lo ofrecerles todas las tierras que estan en la palma que no se cultivan hace 40 años que estan llenas de ratrojos ponerlos como instructores junto con los agricultores que nos quedan en las islas y tods aquellos industriales que el gobierno venezolano les quito sus industrias todas rentables que vengan para canarias y se hagan unas reuniones con los politicos y poner a la palma como la isla productora ya qu tiene tierras agua monte y gente con ganas de traabajar y si la juventud no quiere pues traemos gente de otros paises que quieran trabajar la agricultura y tendremos trigo papas verduras etc formaremos la asociacion de retornados por la palma y compraremos los terrenos de la finca de manolo lugo en puntallana en santa lucia y haremos un hotel para darle trabajo a la juventud que no le guste la agricultura haremos una zona industriasl para fabricar aluno de los productos que importamos y damos trabajo a mas personas y el cuento sigue pero les dejo la inquietud y el comentario para evitar que la isla de la palma se convierta dentro de 40 años mas en el jeriatrico de españa
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Protagoras
Interesante artículo, buena reflexión.
Mientras que el plátano hizo muy ricos a algunos en poco tiempo, los cultivos de secano llegan sólo hasta donde llegan. Habían servido bien en la época de los abuelos, con una agricultura para la subsistencia, el autoconsumo, y poco más.
Los hijos de nuestros abuelos, en cuanto tuvieron ocasión abandonaron "el sacrificio y las penurias del campo", y se dedicaron a tareas más sedentarias y rentables. Lo cual es comportamiento racional, ante la falta de perspectivas del campo, sobre todo para las mujeres.
Ahí han quedado esos huertos abandonados, con los almendros sin podar, la fruta madurando en el árbol y cayendo al suelo sin que casi nadie le haga caso (los higos y los tunos que antes se ponían a secar). Es más fácil y rápido comprarlo todo bellamente envasado en el supermercado, venga de donde venga.
Por otra parte, el abandono de los cultivos en zonas semiáridas, de secano, puede conducir a la rápida degradación del suelo, por tratarse a menudo de suelos poco profundos e inclinados, que en pasado estuvieron estabilizados con bancales y mucho trabajo para controlar la erosión del viento y de la lluvia (que por suerte hoy cae en buena parte de la isla).
Estoy de acuerdo en que la ganadería puede dar más de sí. Por poner un ejemplo, la producción de queso en Fuerteventura, Gran Canaria (islas mucho más áridas y con menos pastos que La Palma) y Tenerife están muy por delante de la producción palmera. Los quesos de cabra palmeros son realmente muy buenos, y van mejorando.
Y totalmente de acuerdo con que las papas de la tierra son mucho mejores que las importadas, y que traer papas de Irlanda a La Palma es un disparate. Como también lo es el importar garrafas de agua mineral de la Península o de las islas vecinas, que hasta de la seca Gran Canaria se encuentran en nuestros supermercados.
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Pintao
Guillermo no se nos oculta que es una persona sensata con los mejores sentimientos positivos para su entorno más próximo, que es su isla.
Pero Guillermo, permíteme que aparte de señalar la luna, que es tanto como mostrar lo que nos pasa, miremos un paso más adelante y analicemos el por qué.
Desgraciadamente somos una sociedad en vías de desarrollo mental. Sabemos lo que nos pasa pero todavía nos hace falta la fuerza conjunta de las sociedades modernas, que lejos de quejarse y conformarse con la realidad diaria, son capaces de movilizarse para dar un paso más y tomar decisiones imprescindibles para mejorar las cosas.
Me explico. Sabemos por sentido común que las soluciones que mejoren nuestra economía han de venir de abajo a arriba, o sea, que el entramado de intereses creados y pequeñas corruptelas que atenazan la toma de decisiones importantes para cambiar las cosas no cambiarán si no hay un convencimiento generalizado que movilice las voluntades.
Me sigo explicando. Existe la paradoja de que Canarias que es un lugar privilegiado en muchas cosas empezando por clima, paisaje, paz social etc, tira al cubo de la basura una fuente de creación de actividad económica como es la agricultura de medianías así como la ganadería de consumo interior.
Somos un inmenso mercado de productos alimenticios con mas de dos millones de habitantes y once millones y medio de turistas que comemos todos los días.
Para abastecer este inmenso mercado cautivo, actualmente importamos el 90 % de lo que comemos (en Canarias en general, la Palma un poco menos).
Hay un principio de primero de ciencias económicas que acerca de la macroeconomía, o economía de las naciones dice que las necesidades de consumo han de ser cubiertas por el mayor indice de producción interna posible, importando sólo lo imprescindible para que los recursos conseguidos por medio de la exportación (productos y turismo), cubran el coste de las necesidades que no puedas cubrir con la producción interna y existan excedentes para desarrollar otras actividades de progreso.
O sea que importar lo que puedas producir es igual a poner el carro delante de los bueyes y gastarte en importar los recursos que deberías invertir en mejorar.
Y uno se pregunta ¿Cómo podemos ser tan torpes?.
Muy sencillo, importamos tanto porque nos dedicamos a subvencionar mediante un entramado legal que llamamos el REA, que bajo el subterfugio de abaratar la cesta de la compra de las familias, una minoría de importadores gana muchísimo dinero, pues cuenta con un mercado cautivo y mediante este ejercicio hace poco rentable que los agricultores locales mejoren sus expectativas y de esta manera la agricultura de hortalizas y la ganadería de carne va para atrás.
Que sucede que no se cambia la
tendencia? Pues que los políticos locales no se atreven a meterles el diente pues se trata de gente muy poderosa que mantiene el tinglado de los partidos.
Resultado: El propio de un país en vías de desarrollo mental. Una inmensa cantidad de parados, una juventud con pocas perspectivas de ganarse la vida y con la emigración como meta, un statu quo político escapando mientras pueda y una red de intereses en las subvenciones de la importación que hacen que en los años de bonanza de la construcción se hayan acostumbrado a ganar dinero y no le permitan a los políticos a su servicio cambiar el estatus y la relación de fuerzas.
Ese es el drama, y sabemos que no hay en el horizonte otra actividad que lo remedie. pues el turismo poco más crece y el ladrillo tiene unas perspectivas limitadas, no solo por existir un buen stock de pisos en el mercado sino por no verse perspectivas de mejorar las rentas del trabajo para que la juventud vaya comprando pisos.
Mientras importamos papas del Reino Unido, tenemos los campos baldíos. Mientras importamos carne, desaprovechamos los pastos de tantas y tantas praderas desde Belhoco hasta Montes de Luna o e toda la zona alta de Valle de Aridane por no hablar de Garafía o todo el Norte.
Somos como los árabes del Golfo Pérsico en Canarias, importamos todo lo que comemos, la única diferencia es que ellos son ricos y nosotros no.
Si fuéramos daneses o alemanes o noruegos o finlandeses tampoco seríamos así. Pues la opinión pública es determinante y los políticos no conseguirían votos,
Aquí como la democracia en joven, nos manipulan de tal manera que nos hacen creer que los partidos es como los equipos de futbol, o se es del Tenisca o del Mensajero y eso con fe de carbonera aunque te manipulen para que les votes y se mantenga el statu quo, que a ellos poco les afecta.
Pero contamos com muchas otras ventajas, no hace frío y además ellos no tienen unos carnavales tan chulos como nosotros que duran tres semanas.
Todo no es malo desde luego.
Y además pobres han existido siempre y además nos brindan la oportunidad de ser buenos y darles limosna. O sea que también hay cosas buenas por aquí.
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MONTE
Muy buena literatura pero un análisis muy sesgado. Tanto cuestionar las subvenciones, ni en EEUU el país neoliberal por excelencia, y el que más dinero dedica a subvencionar a sus agricultores se cuestionan esto. Me parece algo que se está convirtiendo en una paranoia colectiva.
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Gargamel
Hace muchos años oí en una entrevista en la televisión nacional sobre particularidades de cada isla, que el palmero era el mejor agricultor pero el peor comercializador…y seguimos igual.
No nos cansa la guataca, pero si buscar alternativas,crear asociaciones o agrupaciones de agricultores para explorar nuevos mercados (y mira que hay).
Tenemos un clima bendito, somos una isla que facilita controlar plagas exógenas, pero estas nos inundan.
¿Qué falla?. Pues que cada uno hace la guerra por su cuenta y si a mi me pagan bien el producto, el resto no me importa.
No hay estrategias globales.
Podíamos ser el granero de Canarias sin renunciar a la exportación hacia Europa.
¿De donde salen las frutas y verduras que consumen los millones de turistas que nos visitan?. De los campos de Lanzarote y Fuerteventura seguro que no.
P.D.:Posiblemente el arquitecto fuese de fuera, visto los precios que manejan los "becerros dorados" de aquí. Y lo digo por experiencia.
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aparejador
Me parece un artículo muy sensato. Sin descartar otras posibles vías de crecimiento, es evidente la mala gestión que estamos haciendo en La Palma.
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sanchis
Hay muchas huertas en La Palma que podríamos cultivar para sacar lo que necesitamos y están totalmente vacía.
Lo que hay son muchos gandules, verdad?
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sanchis
…y el petróleo que han en canarias???
… lo incluimos en la economía insular o vamos a seguir viviendo del cuento.
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Edu
Totalmente de acuerdo con sus reflexiones y propuestas, pero no cree que también es posible introducir el turismo en la economía insular, precisamente para la recuperación de la economía del sector primario y los servicios vinculados a la explotación responsable de nuestra naturaleza.
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