Difícil misión abstraerse del monotema y aplicarse a otros menesteres, aplicando optimismo y buenas nuevas, pero resulta imposible; no te lo ponen fácil los encargados de ejercer una adecuada dirección política a esta crisis.
Esta semana acudimos a Madrid con la intención de solicitar hacer uso del remanente que las instituciones canarias tienen muerto de risa en los bancos con la esperanza de volver a Canarias y decir “Si al palomar no le falta cebo, no le faltarán palomas”. Con este refrán se quiere hacer referencia al poder irresistible del dinero. Y viene a cuento porque no es lo mismo solicitar del Gobierno estatal hacer uso del remanente que actualmente tienen las instituciones canarias que hacer uso del superávit del último ejercicio. Y al parecer esto último es lo que se ha conseguido esta semana, evitando llamar la atención y acomodándose a las costumbres del lugar que se visita, por lo que viene como anillo al dedo este otro refrán “A Roma lleva de qué comas, que si no llevas, sin comer te quedas”.
Y es que ya algunos lo intuían, y afirmaban es como “pedir cotufas en el golfo”. Este refrán equivale a pedir peras al olmo o esperar que ocurra un imposible.
También esta semana nos hemos enterado de que acudiremos a la Unión Europea a hacer uso del MEDE solo por razones de interés general, es decir, tarde o temprano se producirá tal evento. El Mecanismo Europeo de Estabilidad forma parte de la estrategia de la UE diseñada para garantizar la estabilidad financiera en la zona del euro, proporcionando asistencia a los países de la zona euro que sufran dificultades económicas o corran el riesgo de sufrirlas. El MEDE está autorizado para: realizar préstamos en el contexto de un programa de ajustes macroeconómicos; adquirir deuda en los mercados de deuda primarios y secundarios; prestar ayuda financiera de carácter preventivo en forma de líneas de crédito; y financiar las recapitulaciones de instituciones financieras mediante préstamos a los gobiernos d sus países miembros. Y esto en sí mismo, ni es bueno, ni es malo, sólo inevitable.
Que lejos queda ya aquella ocurrencia de los “coronabonos” en tiempos de guerra, y que cerca estamos de soluciones que producirán déficit y endeudamiento, tan evidentes como necesarias. No me puedo resistir a seguir tirando del refranero, Si “quien espera lana de un asno es tan asno como el asno”, no es menos cierto que “buscar la luna a mediodía es bobería” o como diría un anglosajón “ looking for the moon at noon is silly”.
Abogado y Doctor en Derecho Administrativo UNED (*).
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