Un pleno sin anestesia

El pleno de los presupuestos celebrado ayer en el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane fue largo, duro y sin anestesia, en el que el grupo de gobierno acusó sin tapujos al exalcalde, Juan Ramón Rodríguez Marín, de haber hecho "trampas" con el personal, no reconociendo el gasto real en los presupuestos entre 2006 y 2011, para conseguir más subvenciones exteriores, y de no cobrar impuestos a algunos ciudadanos (anualmente el ayuntamiento dejaba de cobrar 3 millones por tasas e impuestos) que no pagaban por ejemplo multas o licencias. Acusaciones ambas muy graves, que no obtuvieron respuesta alguna por un Marín que se limitó a argumentar que los presupuestos tenían afán recaudatorio, cuando la realidad es que no suben los impuestos sino que a partir de ahora va a pagar quien antes no pagaba y por eso la previsión de ingresos aumenta, y que no eran austeros porque subían, cuando se incrementan un 5% para contemplar la realidad del gasto de personal que él no reflejaba en las cuentas siendo alcalde y dejando en el limbo a muchos trabajadores. Multas y licencias que no se pagaban, proyectos que se adjudicaban a dedo, subvenciones que se otorgaban sin ninguna concurrencia, pensionistas que no pagaban impuestos porque el exalcalde se los había dicho, fin de favores y criterios iguales para todos los ciudadanos, todo esto se dijo ayer en el debate por quien ahora gobierna el ayuntamiento (PP-PSOE) pero la pregunta que nos hacemos es si con denunciarlo en un pleno es suficiente porque estamos hablando de la gestión de dinero público y por lo que se expuso la gestión no parece que haya sido "ejemplar" ni transparente. La alcaldesa insinuó que, si como ha dicho el ministro Montoro, se llegan a pedir responsabilidades penales a los cargos públicos por su gestión pública, igual los primeros en ir a los juzgados iban a ser los responsables de los anteriores presupuestos pero poco más. Lo cierto, es que una vez más queda demostrado que el único mecanismo de control de los políticos no pueden ser las elecciones cada cuatro años porque el resultado salta a la vista.