El dramaturgo Antonio Tabares sigue haciendo historia y otro de sus textos será un estreno nacional

El talento del dramaturgo palmero Antonio Tabares sigue sorprendiendo a productores, directores y actores del panorama escénico español y prueba de ello es que tras el estreno en el Teatro La Abadía, de Madrid, de su obra La punta del iceberg, con una gran acogida de crítica y público, otro de sus textos Una hora en la vida de Stefan Zweig se está ya cociendo y ensayando para su estreno en febrero en el Casino de la Exposición de Sevilla bajo la dirección, también en esta ocasión, del dramaturgo y guionista Sergi Belbel, y con la producción de Gregor Acuña y Excéntrica Producciones.

Los elogios al autor palmero no cesan: "En 47 años que llevo en los escenarios no he encontrado nunca un texto como este de un autor vivo", dice el actor Roberto Quintana tras enjugarse las lágrimas después de uno de los primeros ensayos de Una hora en la vida de Stefan Zweig, así empieza Margot Molina el artículo Un clásico del XXI por descubrir publicado en la edición de Sevilla de El País. En el que también recoge unas palabras de Belbel indicando que "Tabares es una de las voces más interesantes, completas, complejas y prometedoras de la dramaturgia española contemporánea".

En la tarde del 22 de febrero de 1942, en su exilio brasileño, el famoso escritor austriaco Stefan Zweig se quitó la vida en compañía de su segunda esposa y secretaria, Lotte Altmann, 25 años más joven que él. Una hora en la vida de Stefan Zweig recrea en clave de ficción los últimos momentos del autor de Carta de una desconocida. Mientras el matrimonio Zweig prepara con calculada meticulosidad todos los detalles de su suicidio, un exiliado judío, recién llegado de Europa, se presenta en la casa. "Tabares introduce en la escena a un personaje inventado, Fridman, una inoportuna visita que hace que el matrimonio remueva sus recuerdos y sus miedos en un discurso trufado de referencias literarias, musicales y pictóricas relacionadas con la obra de Zweig pero que siempre le conducen al desánimo".