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Cultura
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Iniciativa

El Cuyás lanza una oferta especial de avión, hotel y entrada para ver Jesucristo Superstar

  • Binter Canarias, NH Hoteles y Canarias Viaja participan en esta iniciativa
  • Se realizarán 18 funciones de este musical entre el 6 y el 20 de junio

El musical Jesucristo Superstar ser representará entre el 6 y 20 de junio en el Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria.

El Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria, en colaboración con Binter Canarias, NH Hoteles y el turoperador Canarias Viaja, lanza una oferta de viaje cultural que incluye vuelo, hotel y entrada a los canarios de otras islas que quieran presenciar en directo el musical Jesucristo Superstar que se representará en el coliseo grancanario entre el 6 y el 20 de junio. Con esta medida, el recinto escénico gestionado por la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico y Cultural del Cabildo de Gran Canaria quiere invitar a todos los canarios a disfrutar de uno de los montajes musicales más aclamados de todos los tiempos. Hay que señalar que será la última oportunidad para ver en directo una obra que llega a las islas después de triunfar en la Gran Vía madrileña y en los principales escenarios españoles, pues será Gran Canaria el lugar donde el montaje eche el cierre definitivo. Los interesados en hacer esta "escapada cultural" a Gran Canaria pueden contratar el paquete turístico a través de la web www.canariasviaja.com.

 Jerónimo Rauch, en el papel de Jesucristo, y la ex Operación Triunfo Sonia Criado (que interpreta a María Magdalena), encabezan un reparto de 28 actores y músicos en un montaje que la crítica ha tildado de soberbio. Más de 275.000 espectadores han visto el que, según anuncian sus propios promotores, es el musical más controvertido de la Historia. Jesucristo Superstar arrasó en Broadway hace más de 30 años, se convirtió en una película de culto, fue un disco con ventas millonarias y, finalmente, llegó a España de la mano de la fiebre de los musicales que han convertido a Madrid en uno de los centros más activos de las artes escénicas europeas. El Teatro Lope de Vega, el más grande de la capital, se llenó casi a diario y ahora la vida de Cristo, en versión musical, está de gira. El Teatro Cuyás es la "parada canaria" de un montaje que ha cosechado uno de los éxitos de público más rotundos de los últimos tiempos. Un triunfo que sigue explotando la figura de un Jesús que, según indican los autores del texto y la música, Andrew Lloyd y Tim Rice, está desprovisto de su significación religiosa. "Nosotros evitamos intencionadamente cualquier referencia a la divinidad de Cristo, y elegimos por tanto terminar nuestra historia en la muerte, y no en la resurrección", han indicado en repetidas ocasiones.

El musical vio la luz primero como grabación. El disco fue un éxito en Estados Unidos y finalmente -en medio de piquetes organizados por grupos ultraconservadores- se estrenó el 12 de octubre de 1971 en el Teatro Hellinger de Nueva York. La historia que sigue es conocida por todos. Sus jóvenes autores se convirtieron en referentes del teatro musical a nivel mundial. En 1972 comenzaría su andadura en Londres, donde permaneció durante 8 años ininterrumpidamente. 35 años después sigue siendo uno de los musicales más interpretados del mundo con versiones en lugares tan dispares entre sí como Australia, Estados Unidos, Austria, Alemania, Inglaterra, Holanda, Argentina, Irlanda o México, entre muchos otros.

Esta nueva versión está firmada por el director Stephen Rayne, un hombre que cuenta con una dilatada experiencia como director de musicales en Gran Bretaña y Estados Unidos. Se ha puesto al frente de producciones como la británica Me and my Girl o la estadounidense A view from the Bridge, que estuvo cuatro años en cartel y cosechó numerosos premios. Es uno de los directores asociados del prestigioso Royal Theatre de Londres.

En cuanto a la coreografía de este nuevo musical, corre a cargo del madrileño Ángel Rodríguez. Después de cursar estudios en la Escuela del Ballet Nacional de España, ingresa en la misma institución para pasar, en calidad de bailarín solista, al Ballet del Gran Teatro de Ginebra. Vuelve a España en 1992 de la mano de Nacho Duato para ser primer intérprete de la Compañía Nacional de Danza en la que, además, firma sus primeros trabajos como coreógrafo inaugurando una prolífica carrera con trabajos para la escena y el cine.

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