Anelio Rodríguez: "La fábrica demostró que con dos duros se pueden hacer grandes cosas"

“La fábrica contribuyó a la mejora de todos en la artesanía de la palabra: una proeza que aguarda justificado reconocimiento”. Eugenio Padorno
“La fábrica fue una revista especial para muchos. La frescura y la sencillez en el formato junto a su riqueza en cuanto a contenidos quedarán para siempre en la memoria de los amantes de la literatura y el arte” . Elsa López

Estas dos citas están inscritas en la pared de la exposición que rinde homenaje a la revista La fábrica en el Espacio Cultural de CajaCanarias. Anelio Rodríguez Concepción, que ideó y dirigió este proyecto literario a lo largo de su década de existencia, presentó la muestra compuesta por una muestra de la obra de muchos de los artistas que pasaron por sus páginas.

Pintura, escultura, fotografía, la correspondencia con distintos autores y una recopilación de la treintena de portadas publicadas permiten hacer un recorrido por la memoria de este proyecto que ha quedado como muestra indudable de que la cultura en mayúscula se puede exportar desde la periferia.

Anelio Rodríguez reivindicó el espíritu de resistencia de La fábrica, que nació en un contexto en el que la cultura, por aquel año de 1995, vivía en plena época del “pelotazo”. “Cuando se hicieron barbaridades económicas bajo la bandera de la cultura, nosotros fuimos rebeldes y demostramos que con escasez de medios se puede ser ambicioso y lograr cosas interesantes”.

En este sentido trazó un paralelismo con Jorge Perdigón y el Festival de Música de La Palma. “Con una inversión mínima se puede alcanzar la excelencia. Y creo que por ahí es por donde deben apostar las instituciones. Se pueden hacer grandes cosas con dos duros, apoyándose en el talento de los grandes creadores”.

Para iniciar esta aventura recordó que contó con el respaldo del músico Fran Medina, que fue precisamente quien puso el nombre de la publicación. Con una emoción especial se refirió al primer número, que salió con el sistema de micromecenazgo , de pequeñas empresas de Santa Cruz de La Palma, “como Ferretería Rodríguez Acosta, Calzados Escarlata o Novafoto”, junto con los institutos de la capital, que “pusieron una pequeña cantidad de dinero y pudimos sacar el primer número adelante”.

Un número inaugural que abrió con dibujos de Gunter Fischer Piscat, que “desde el primer momento se mostró interesado en participar”, y las firmas destacadas de Víctor Erice, Luis Cobiella, Guillermo Martínez y Frank Dopico.

Anelio Rodríguez agadeció a CajaCanarias el interés mostrado por la muestra y reconoció la emoción de reencontrarse con La fábrica que estuvo saliendo a la calle de forma ininterrumpida durante diez años y que dejó de funcionar “porque los operarios estaban exhaustos o tenían otras ocupaciones”. En la muestra no faltaron muchas de las personas que colaboraron con su producción artística y literaria a dotar de contenido sus páginas, como Elsa López, Paco Guimerá o la familia del recordado Francisco Concepción, tío Quico, como lo llama Anelio.