Un parado crea una web sobre agroecología y soberanía alimentaria

Escarabajo, por muy verde que veas la isla los núcleos de población son urbanos. Hay mucha gente que vive en pisos y no puede disponer de tierra. Permíteme discrepar acerca de tu afirmación de que mucha gente hace pan, compost,… eso serán muy pocos de tus conocidos, la inmensa mayoría de la población no sabe ni cómo se hace un pan y de esos que lo hacen dudo aún más que lo hagan como lo hacían nuestros ancestros con masa madre. Y ese es un pequeño ejemplo de lo que supondría la soberanía alimentaria.
Por mucho que queramos hacernos rurales nos hemos acomodado con las facilidades de nuestra vida actual. No estoy defendiendo esta postura pero es a lo que nos hemos acostumbrado y amoldado.

Lo que se expone en esta web que no son más que ideas que circulan por el Mundo desde hace algún tiempo, son bastante lógicas en entornos aislados como nosotros y además útiles en periodos de crisis en los que de la noche a la mañana te puedes ver en la calle sin trabajo. Pero desgraciadamente no es tan fácil de llevar a cabo o no tiene tanto sentido por varios motivos: El sistema capitalista nos ha convertido en especialistas de nuestro trabajo desconociendo artes que hace no tanto tiempo eran conocidas y básicas en cada familia, vivimos en entornos eminentemente urbanos con lo que carecemos de tierra donde poder ser autosuficientes y por último el enorme desarrollo de la industria alimentaria y el precio de sus productos. Por mucho que nos parezca cara o nos queramos quejar, tenemos a nuestra disposición infinidad de alimentos que satisfacen nuestras necesidades a precios muy bajos con los que cualquier producción artesanal no puede competir, sin entrar en detalle de las calidades de los productos finales que obviamente no son las mismas pero que en muchos casos no son apreciadas o incluso no somos capaces de diferenciar. Sirva como ejemplo el que hace pan o repostería en casa y haga el cálculo del tiempo y dinero gastado y lo que le costaría el mismo producto en el supermercado.

Por esto la soberanía alimentaria es más un acto de orgullo y de satisfacción personal de que lo que estás ingiriendo lo has producido tú y que pones un grano de arena en la conservación del medio ambiente al no consumir productos que viajan miles de kilómetros hasta tu mesa.