Soler aboga por continuar la galería del Túnel de Trasvase porque "hay casi cinco kilómetros que son el mejor acuífero de Canarias"

La Palma, como otros muchos territorios, sufre las consecuencias de una dura sequía y el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Carlos Soler, aboga, para dar respuesta a la misma, por continuar las obras del Túnel de Trasvase, que llevan años paradas y que dirigió en su día, porque en la separación de los dos frentes, este y oeste, hay una “gran masa de agua de cerca de 5 kilómetros”, que permitiría abastecer al sector agrícola de la isla, muy castigado por la falta de lluvias.

Estos casi cinco kilómetros son, asegura el ingeniero, el mejor acuífero de toda Canarias y lo único que ha hecho el Túnel de Trasvase es tocar el inicio. Aún así, afirma, lleva dando 20 años un caudal de agua con una calidad que lo convierte en la mejor obra hidráulica de Canarias .

“Ahora mismo -aseguró- las dos galerías han tocado agua y lo que queda en el medio es más agua, casi cinco kilómetros”. “Hay una cantidad tremenda”, insistió.

Según Carlos Soler, en las galerías de ahora, tanto la del este como la del oeste apenas han entrado 200 o 300 metros en el acuífero, y lo que tienen en el medio son más de cuatro kilómetros.

Para sacar ese agua lo que plantea este experto es que hay que continuar la galería pero, advirtió, “de forma ordenada, a base de ir haciendo sondeos horizontales y luego perforando galería o perforando la galería y luego haciendo los sondeos horizontales”.

A la pregunta de cuánto líquido se podría sacar, indicó el ingeniero que “puedo darles los cálculos pero siempre me equivoco a la baja, porque puedo saber cuánta agua se infiltra cada año, lo que no sé es cuánta ya hay dentro”. “Yo lo que hablo -dijo- son de recursos, que es el agua que se renueva todos los años, pero lo que hay ahí es una tremenda masa de agua que puede tener más de cien metros de altura, que es un volumen de agua que para poder calar el túnel habrá que drenarla”. Eso, añadió, provocará ir sacando agua que hay que saber controlar porque “si se hace mal se puede descargar el acuífero inútilmente, hay que hacerlo poco a poco, igual que hicimos en El Hierro”.

Una tarea esta para la que, reivindica este ingeniero, “se necesita un equipo que sepa manejar esa cuestión. Hay que irla sacando poco a poco y a la vez también cuando ya se haga el túnel hay que hacer cierres o tranques, con hormigón armado y con compuertas de acero, que se abren y dan acceso al interior cuando se vacía el depósito; con ese sistema se podría sacar toda el agua de manera controlada. Se puede cerrar la obra entera y que no dé ni gota a abrirla completamente y que pueda dar de golpe 4.000, 5.000 o 6. 000 pipas, hacia cualquiera de los dos lados, todo depende del agua que haya en los depósitos”.

“Es hacer una obra que solucione el problema del agua en toda la isla”, afirmó Soler, porque “al dar agua por un lado y por otro, solucionamos cualquier problema en cualquier lado de la isla”. Además indicó que “estamos hablando de una obra que hace el Estado, que distribuye por gravedad, lo que haría que baje el precio”. Y en cuanto a los pozos, que reconoció que no podrían competir con el agua de trasvase, recordó que en su día salvaron a la isla y que dieron empleo a mucha gente, y “por eso habría que empezar a entregarle los caudales de agua a los pozos para que empiecen a disminuir sus caudales, lo que contribuiría a abaratar el precio y mejorar la calidad”.

Soler se mostró especialmente crítico con algunas de la medidas propuestas hasta ahora para afrontar los problemas del agua en la isla, como aumentar el bombeo por Audares, hacer más balsas, reutilizar las aguas depuradas y empezar a pensar en poner desaladoras, que tildó de “absurdas”. En su opinión darán agua escasa, cara y mala. “Con eso no soluciona el problema, con eso lo que se hace es poner parches”, sentenció, para añadir que son “cantos de sirena” que se repiten año tras año y que nunca se cumplen.