Poncela, Castro y Skupien contrarios a extraer más agua del túnel de trasvase por el "déficit" que existe en el sistema

Roberto Poncela, eurogeólogo especialista en geohidrología y medio ambiente; Francisco Javier Martín Castro, ingeniero técnico del Consejo Insular de Aguas; y Elzbieta Skupien, ingeniera de Minas y directora facultativa del túnel de trasvase, son los autores de los tres informes encargados por el Consejo Insular y que desaconsejan extraer más agua de la que ya se está sacando del túnel de trasvase, tal y como plantea Carlos Soler realizando una nueva perforación, porque advierten que ya se está sacando más líquido que aportaciones lo que está generando una situación de déficit en el sistema.

En una comparecencia ante los medios, posterior a su participación en la Asamblea General Extraordinaria del Consejo Insular de Aguas celebrada ayer en el MAB, Roberto Poncela expusó que el Consejo le encargó un informe sobre la situación del túnel de trasvase desde el punto de vista de recarga, debido a la alarma que existe por la sequía en el Valle y en toda la isla y tras la charla del ingeniero Carlos Soler en El Paso que, según dijo, “levantó revuelo porque realizó una teoría y una supuesta actuación sobre el túnel de trasvase, sobre la actual infraestructura, de manera que se pueden extraer más recursos de lo que se están extrayendo para solucionar el problema”.

Este experto en geohidrología enfocó el informe desde el punto de vista de la recarga natural de recursos. Para ello hizo un trabajo de recopilación de datos actualizados pluviométricos y, desde el punto de vista hidrogeológico, contó, según indicó, con toda aquella información relevante que “nos permite caracterizar las aguas que se están extrayendo del túnel de trasvase”.

La conclusión a la que llegó es que “con la situación actual que tenemos, en una época de sequía, lo que estamos es en déficit; estamos sacando más de lo que el sistema de manera natural entra”, lo que significa “que estamos agotando parte de los recursos que tenemos”.

Con respecto a la actuación en concreto, de seguir perforando el túnel de trasvase, desde el punto de vista hidrogeológico, “en la situación actual yo como profesional lo que propongo es no extraer más”. “No es recomendable esa actuación por las circunstancias climáticas que tenemos en estos momentos, pero la decisión no es mía, es técnico política”.

Estructuralmente, desde el punto de ingeniería, renoció Poncela que se puede hacer cualquier obra, “podemos perforar el túnel y hacer un túnel de alta veolicidad o un pozo de 15 kilómetros, la cuestión es si esa actuación sobre la situación que tenemos de balance y de infraestructura puede ser sostenible a largo plazo”. “Con los números planteados -sostuvo- la conclusión es que no parece viable con el efecto de cambio climático y series tendenciales que tenemos de pluviometría, que eso pueda compensar lo que se proponía en la hipótesis inicial del doctor Soler con respecto a la gran actuación que se pretende, aunque sea por fases”.

Asimismo indicó que en estos momentos, “si lo que hacemos son actuaciones para sacar más agua del túnel de trasvase, probablemente a corto plazo seguro que vamos a pinchar y que sacaremos más agua pero lo vamos a hacer sobre el mismo sistema que tenemos en déficit, es decir, tendremos pan para hoy y hambre para mañana”.

Se trata de ver, indicó Poncela, si queremos eso o esperamos a que la situación pluviométrica cambie en las próximas fechas. No obstante aclaró que “si queremos sacar un poco más de agua del túnel tenemos todavía capacidad de poder hacerlo con la actual infraestructura, es cuestión de ver si queremos agotar ante una necesidad de auténtica emergencia, abrimos la válvula hasta donde dé de sí. Se trata de hacer eso compatible con que la inversión que se pueda generar a futuro sea sostenible”.

Francisco Javier Martín, ingeniero técnico del Consejo Insular de Aguas, recordó que hay un estudio comparativo desde la cuenca del propio trasvase con las galerías del Riachuelo, que están en la misma cuenta que el trasvase, y está demostrado la vinculación directa entre la pluviometría de las borrascas noreste/noroeste. Esas borrascas sin embargo llevan varias años sin llegar, las últimas lluvias copiosas fueron el 2010-2011, lo que ha generado una disminución considerable en la aportación natural del agua al Valle y a toda la isla.

Martín recordó que el túnel de trasvase es un gran depósito que lleva 20 años explotándose, y lo que ocurre en estos momentos en base al balance que se ha realizado es que “estamos sacando más agua de lo que son las aportaciones”.

“El planteamiento que hemos hecho es que el túnel es una reserva, lo estamos explotando, tiene capacidad para drenar; desde agosto del año pasado pusimos una bomba por este lado porque necesitamos coger el agua de dentro y subirla al canal, diez metros de desnivel, con la presión natural del túnel ya no llegaba y había que sacar más agua, y nosotros tenemos posibilidad de sacar más”. “Esa bomba que la tenemos fuera, la podemos meter en el interior y bajamos el máximo de altura del túnel; lo mismo podemos hacer en la boca del oeste, tenemos una aportación de flujo natural con la propia presión del túnel y ese agua está distribuyéndose a los Ayuntamientos de Los Llanos, Tazacorte y a los agricultores”, precisó, para añadir que con la actuación que se realizó en el Ayuntamiento de Los Llanos, se están ahorrando 500 pipas hora (250 metros cúbicos hora) de las que antes se perdían.

Por ello, una de las cosas que propone el técnico del CIALP es atacar las pérdidas, actuar donde se está perdiendo el agua, en el acuífero del este, “en el acuífero costero, lo pozos que en su momento se peforaron con dinero privado de la gente que necesitaba regar y que se abandonaron cuando el trasvase dio agua”.

Ahora no llueve y todas las galerías de la isla han disminuido, los acuíferos más importantes han disminuido por encima del 40 y del 50%, informó.

“Tenemos un acuífero al que le estamos sacando más agua de la que se aporta, y por el otro lado en la misma isla, en otra vertiente en la que las pluviometrías de los alisios están aportando un mayor volumen de infiltración se está yendo al mar”, insistió. “Vamos a aprovechar las pérdidas que hay en los canales, en las redes de distribución” porque nadie habla, se lamentó, de que en octubre del año pasado que fue la última vez que llovió por este lado, el este, se tiraba mucha agua con el problema del Valle, porque” la gente no necesitaba regar y el sistema de distribución no está preparado. Y una balsa que tenemos en la cola del canal, la de la Caldereta, está al 20%”.

Lo único que planteamos, reiteró Martín, es aprovechar el agua que se está tirando en los pozos, evitar las fugas del acuífero y “lo que está dentro de la balsa vamos a intentar mantenerlo porque qué va a pasar si no llueve, y si el cambio climático es una realidad”, se preguntó. Tenemos que planificar, para cuando llueve y para cuando no, y trabajar en la eficiencia en la distribución y en el riego, señaló.

Asimismo abogó por aunar esfuerzos, y “no estar como ahora enfrentados por otros objetivos que no es la sequía. Agicultura, Aguas, todos a una porque la situación se torna difícil, hace falta planificar y todos a una”. “Si todos trabajamos de la mano, si todos buscamos soluciones al agua en La Palma, se obtendrán grandes resultados; si lo que buscamos es enfrentamiento y crispación, mal nos irá”, sentenció.

Elzbieta Skunpien, ingeniera de Minas y directora factultativa del túnel de Trasvase, recordó que la dirección facultativa minera es una figura requerida por la legislación vigente para tiempos de explotación, porque “este acuífero asociado al túnel de trasvase que son dos galerías independientes es una obra que depende del Consejo Insular de Aguas, que la gestiona como recurso hídrico, y por otra parte tenemos que dar cuenta al servicio de Minas por un tema de seguridad minera”.

En las visitas de dirección facultativa se comprueban diferentes elementos de estas dos galerías: la presión en los tranques, el ambiente de las galerías, se mide in situ la caliad del agua en ambos frentes de las galerías y también se comprueban los datos de caudal de ambas bocas. El Consejo tiene monitorizado este dato pero “aún así entramos y comprobamos si este dato coincide con el valor monitorizado”.

Este dato de caudal se elabora, lo que permite disponer del dato de explotación actual del acuífero. “En la reunión de ayer expuse el dato del año 2019, donde por una parte de la boca se extraían 4,2 hectómetros cúbicos y en la boca este, 4, más el caudal que proviene de una galería que también penetra el acuífero de la Cumbre Nueva, que es Hidráulica de las Breñas”.

En total, según indicó, el caudal explotado el año pasado son “9,2 hectómetros cúbicos y si tenemos en cuenta la situación de sequía que existe, y que el coeficiente de infiltración que se aplicó para los tiempos buenos de infiltración más elevada en los tiempos que llovía mucho, tenemos que rectificar este coeficiente. Aún así, solamente modificando un dato, el año pasado en la zona de Cumbre Nueva llovía 472 litros por metro cuadrado. Con este dato actual tenemos que la entrada del año pasado eran 7,4. Es como una cuenta corriente, si ha entrado 7,4 y ha salido 9, estamos en número rojos. Yo no sé cuánto durará esta situación”.

La opinión de esta experta es que “hemos salvado este acuífero para llegar a 20 años de explotación porque en la boca este hemos explotado de manera sostenible el acuífero porque se ha cerrado, se han realizado los cierres; en la boca oeste, en la época en que se han reducido las pérdidas también se ha podido hacer el cierre, y ahora estamos abiertos para dar servicio a los agricultores por la situación de sequía”. Reivindicó además que “llevo varias captaciones en La Palma, conozco galerías y pozos y si hubiera una situación tan boyante, que alguien me explique por qué en las galerías que no tienen tranque, la recta de su caudal es descendente”.