Hasta la explosión de la crisis sanitaria de la pandemia del coronavirus, la principal problemática de La Palma, la que generaba más titulares y acaparaba el debate público, era la sequía. Y no es que haya desaparecido este grave problema, sino que lo ha desplazado la lógica prioridad de la lucha contra el virus.
Pero la sequía está ahí y las políticas que se estaban poniendo en marcha para tratar de paliar esta situación en la isla no pueden detenerse a pesar de que toda la atención y los recursos lo acaparen ahora mismo la pandemia del Covid-19.
Por esta razón, el Cabildo ha solicitado que se consideren como actividades esenciales las obras hidráulicas que se están ejecutando en la Isla para contrarrestar la sequía. Así lo dio a conocer el presidente del Cabildo, Mariano Hernández, que defendió que este tipo de obras se mantenga al margen del decreto del Gobierno de España por el que se paralizó el sector de la construcción este lunes.
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Para rematar el año. Los nubarrones en los presupuestarios se ven venir al igual que en años pasados con la “minicrisis” del 2008.
Una obra que tenia que estar ya mas que terminada con continuas paradas, rectificaciones, falta de presupuesto y un vergonzoso fracaso de las administraciones públicas para llevar este muy necesario proyecto realidad. Esta absoluta negligencia ha puesto en serio riesgo las economías de una parte importante de la isla y en el Valle en particular. Y siguen como si nada, aquí no ha pasado nada.
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