Vanoostende ve posible aumentar los vuelos con Francia y abrir el mercado escandinavo para invierno

Hará un par de meses que leí gracias a Internet, un comentario acerca del turismo de masas como fenómeno económico que me preocupó y que dada la naturaleza del foro, me parece adecuado plasmar.

Hacía referencia a la necesidad que los grandes "agentes" de esta industria, tenían de ir buscando destinos alternativos, pues por lo pronto parece que Oriente Medio y el Sur del Mediterráneo se estaban convirtiendo en destinos de riesgo, y como es natural, el turismo de masas huye de la inseguridad.

Esto me alegró de momento, pues pensé, ahora es el momento de que se fijen en La Palma y este interés haga que caiga alguna inversión de productos de calidad, premisa imprescindible para que el sector turístico comience a significar un complemento que nuestra economía interior necesita como agua de mayo.

Pero a continuación hizo un comentario que no me gustó en absoluto, porque vino a decir más o menos que esta industria sólo es posible desarrollarse en "países emergentes", pues los salarios de los países desarrollados no hacían posible la tendencia de precios que dicha industria tenía en perspectiva, dada la disminución que las rentas de las clases medias habían sufrido en los países de origen, en los años de crisis, y que las prospecciones que existen hablan como mejor pronóstico, que tiendan hacia la "moderación salarial", y ello haría que los recursos en manos del público tiendan a disminuir.

O sea que "salarios y condiciones de trabajo de países emergentes (Méjico, República Dominicana, Brasil, Thailandia, Egipto, Tunez, Tuequía, etc.

Tanto las fuentes (la prensa británica), como el artículo me parecieron serios, pero quien sabe, quizás es el lugar que la historia nos tiene reservado y la situación anterior ha sido un espejismo.

La verdad es que no gustó nada que se nos asignen futuros salrios de "países emergentes", para que la industria turística sea viable.

O quizás, como habrá seguro personas sensatas que piensen, "la prensa de por ahí fuera sólo dice mentiras, y siempre hay ignorantes que le hacen caso a lo que leer por Internet. Seguro que teniendo fe en la política que ha salvado a España en estos últimos años, veremos que pronto a la cabeza de Europa, que camino de ello vamos"

Esta gente que piensa así, me reconforta y me da esperanzas en un mañana luminoso. Todo es cuestión de fe.

Para poder establecer un balance de las posibilidades de crecimiento de La Palma como destino turístico, sería imprescindible saber con que niveles de ocupación va trascurriendo el presente invierno, pues se dice que esta temporada va bien pero no contamos a nivel público con datos objetivos, dado lo reducido de la oferta del número de camas en La Palma.

Supongamos que el nivel medio de los hoteles y apartamentos es del 75 %, y contamos con un 25% para tratar de hacer promoción y crecer.

Es evidente que La Palma tiene un gran handicap al ser un destino con un volumen tan limitado y disperso de establecimientos, para poder hacer campañas a mayor escala y tener un mínimo de éxito.

Nadie puede vender lo que no tiene, y hoteles atractivos con un producto turístico homologable en la Palma es muy reducido su número y los grades TT.OO. no gastan energías en tratar de abrir nuevos mercados si no hay suficiente producto que vender, pues siendo muy reducido, pude ser que les cueste más el collar que el perro.
Como decían los viejos, "no merita la pena".

Es de sentido común, si La Palma no aumenta algo el número de camas de calidad, (suponiendo que haya alguien que invierta en ellas y tenga fe en que va a poder venderlas a un precio minimamente rentable), no podemos esperar que tengamos una corriente turística sostenida y de cierto volumen, pues nadie puede vender lo que no tiene.

Al fin creo que hemos de seguir haciendo lo que buenamente podamos con un mercado reducido y con sus inconvenientes que no son pocos, pero es lo que hay.

Siempre fue muy difícil atar perros con longaniza y doy por supuesto que la Consejera, y el CIT hacen lo que pueden dentro de sus posibilidades. Ahora que pedirles milagros y creernoslo va a llevarnos sin remedio a la melancolía. Mientras tanto vayamos tirando del carro como podamos que no es poco.

Este sencillo razonamiento no pretende ser pesimista, sino dentro de lo posible explicar porqué no es conveniente pedirle peras al olmo.