Romería de San Roque con pantalón vaquero, camisa blanca y sombrero

Pero que manía de criticarlo todo… de ponerlo difícil, de destruir en vez de construir, de disolver en vez de aglutinar, de censurar en vez de trabajar…

Vamos, siempre lo mismo, “apostando por lo nuestro”, que es más "mortificar" que "reconocer"…

Algunos participamos como pudimos, vestidos con cierta dignidad, disfrutando de la amistad, de la conversación, de las inquietudes venideras, de las historias convividas, de ayer, de hoy y, hasta nos atrevimos con el mañana…

Es la suerte de saber disfrutar de un peloto de gofio, de bocadillo de chorizo, de un pedazo de pan con cebollas, de una fresca cerveza que te hidrata el alma, de vaso de vino que alimenta el cuerpo, etc…

Todo eso, sin olvidar a San Roquito, que se ha empeñado en trazarnos lo itinerarios a la contra, y también se lo respetamos (pero estamos apuntando), si ese es su deseo…

Y compartimos un almuerzo, gracias al bien hacer de “Nuevo Surco”, del Ayuntamiento, de la Iglesia, de los Vecinos… de todos los vecinos que quisieron o pudieron compartirlo…

¿Les parece poco?

A mí me parece inmenso o inmensa, la creatividad de don Berto, la discreción de don Luis, la eficiencia incansable de Julito Leal y los suyos, de AEA, de la guardia municipal, del párroco, de la alcaldesa, de los concejales, del burro de don Arturo y de los vecinos de a pié, vestidos con falda o con pantalones, con tenis o con botas, con sombrero o con cachucha… pero todos dando un ejemplo de vecindad y buen ánimo, en una época en la que estos actos se necesitan y se echan de menos. Y que conste que el calor “jodía un pedazo”, con perdón…

Mención aparte, merecen DON CARLOS y Sra., que fieles a su espíritu ejemplar de entrega y sacrificio, vivieron su aniversario en comunidad… Carlos es una de esas personas que levanta el ánimo, trabaja y motiva a trabajar hasta los más negados… ¡Qué tío!

Enhorabuena a todos los que hacen estas cosas posibles. En un mundo lleno de egoísmos y de negatividad, con “estas romerías” que nacen de las gentes que las hacen, que a mí me admiran… y si no les gusta pues las llamamos de otra forma, caminatas, paseos, convivencias… o lo que sea.

Saludos para todos y hagan cosas, con ropa típica o no, pero hagan cosas, alegrémonos la vida y vamos a dejarnos de “purezas”, que también tienen su sitio y tienen todo el respeto y valor qué se merecen. Unas no están contra las otras. Respeto a la diferencia y a la discrepancia, siempre que sea recíproco.