El Corpus Christi de Mazo vuelve a deslumbrar por su espectacularidad

El Corpus Christi de Mazo ha vuelto a deslumbrar por la espectacularidad de sus arcos, pasillos, alfombra y tapiz, elaborados por las manos artesanas de todo un pueblo que cada año se vuelca con su principal fiesta declarada de Interés Turístico Nacional.

Si resulta impresionante el resultado final de estas obras de arte efímero, no es menos interesante el trabajo que realizan durante meses los vecinos de los trece barrios para confeccionar los arcos y durante las horas previas para plantarlos en las empinadas calles con la dificultad que ello conlleva y lograr que el día de la festividad del Corpus, el casco histórico amanezca convertido en un gran museo de arte al aire libre con las grandes estructuras levantadas y bellamente decoradas con lo que da la naturaleza, esperando el paso en procesión del Santísimo Sacramento.

Arte, tradición y fe van de la mano y el resultado es un pueblo entregado, que da lo mejor de sí para que su fiesta no decaiga y cada año sea más grande, y unas calles que se llenan de visitantes para contemplar un espectáculo visual bello, efimero y único en el mundo como es el Corpus Christi de Mazo.