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El Paso

La Virgen del Pino ya descansa en su ermita

  • Cientos de personas la acompañaron en la Subida desde el pueblo hasta el monte
  • A las diez de la mañana la imagen hacia su entrada en la plaza de la ermita
  • Ver todas las fotos en la Zona Multimedia

Subida de la Virgen del Pino, en El Paso.

La Virgen del Pino descansa ya en su ermita en el monte después de cuatro horas de ascenso por las empinadas calles que separan la ciudad de El Paso, en total cinco kilómetros de recorrido, de la pequeña pero acogedora morada de la la venerada imagen que también ayer domingo estuvo arropada por cientos de fieles, algunos de ellos con muletas o sujetados por otras personas para poder caminar. Nada que ver con las 30.000 personas que la acompañaron en la Bajada, pero aún así había mucha gente, bastante más que en anteriores ediciones.

Aún de hoche, a las seis de la mañana, salió la Virgen del Pino de la iglesia de Nuestra Señora de Bonanza, donde ha permenecido desde su Bajada el 16 de agosto pasado, rumbo a su ermita y acompañada de numerosos peregrinos que no quisieron perderse su cita con la Virgen pese al madrugón que tuvieron que darse. "Nos nos importa madrugar, lo que esperamos es tener salud por poder estar con la Virgen dentro de tres años", comentaron un grupo de señoras mayores que hicieron toda la Subida a pie.

Una Subida que pese a que era en pendiente fue bastante rápida, porque la asuencia de la banda de música y de grupos folclóricos y parrandas también hacía más fácil el avance en silencio de la comitiva, con el solo murmullo de la gente que iba con la Virgen. Al igual que en la Bajada, también en la Subida se hicieron varias paradas, aunque viendo a las personas que cargaban a la Virgen parecía que no pesaba nada.

A las diez de la mañana hacía su entrada en la plaza de la ermita, la Virgen del Pino, donde fue recibida con aplausos, vivas y cánticos y unos pocos minutos después ya estaba descansando en su templo lleno de flores y de fieles. Al término de la Subida, la gente se dirigió a los múltiples kioscos habilitados en los alrededores de la emita del Pino, en pleno monte, a comer carne de cabra, de cochino, papas arrugadas, y bocadillos. Los más previsiones se llevaron la comida ya preparada desde casa para ahorrarse los euros, que en tiempos de crisis como los actuales parece una buena idea. La fiesta se prolongó durante todo el día.

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