El Paso quiere impulsar el desarrollo turístico de Las Manchas ligándolo al Volcán de San Juan

El Ayuntamiento de El Paso aprobó por unanimidad en el pleno de ayer una moción nacionalista en la que se propone encargar un estudio técnico del área comprendida en los márgenes de la carretera de San Nicolás, a su paso por la zona de lavas del Volcán de San Juan, con la finalidad de poner en valor esta zona y construir un mirador o instalación análoga que sirva para que los únicos espacios que permanecen conservados en todo el recorrido de las lavas de 1949, que pertenecen al municipio de El Paso, puedan convertirse en un foco de atracción turística y sean suficientemente valorados por vecinos y visitantes.

Asimismo, la moción aprobada insta a que el Ayuntamiento establezca los acuerdos necesarios con el Obispado Nivariense para el acondicionamiento del Monumento a la Virgen de Fátima como lugar de visita de peregrinos y visitantes, debido al elevado nivel de deterioro y abandono que sufre en la actualidad y al carácter milagroso que la Iglesia Católica da al hecho que motivó su construcción.

El Monumento Natural de Cueva de Las Palomas y su Centro de Interpretación, junto al mirador o espacio análogo que sirva para poner en valor las lavas del Volcán de San Juan a su paso por Las Manchas y el reacondicionamiento del Monumento a la Virgen de Fátima, propiciarán, según el portavoz de los nacionalistas, Primitivo Jerónimo, "la creación de un foco de interés turístico de primer orden a nivel insular, tal y como destacan las previsiones de diversos técnicos relacionados con el subsector turístico".

Aunque el Volcán de San Juan comenzó a las 11 de la mañana del 24 de junio de 1949 en el Cráter del Duraznero, con la emisión de rocas y fuego, no fue hasta el 8 de agosto cuando se abrió la tierra por el Llano del Banco y comenzaba la salida de lava que arrasó durante 18 días las zonas denominadas Salto de la Aguililla, Culantrillo y Bernal y sepultaba las viviendas y tierras de cultivo de El Cantillo, Cercado y Las Lajas. El contexto histórico del momento y otras causas hacen que, como consecuencia de la promesa hecha entonces a la Virgen de Fátima por el párroco de San Nicolás de Bari, se construyera un monumento dedicado a esta advocación mariana en las cercanías del templo, al librarse éste "milagrosamente" de ser arrasado por las lavas del San Juan.

Desgraciadamente, la posterior antropización de los espacios ocupados por la lava ha dejado huella imborrable en gran parte de su recorrido, exceptuándose la superficie que ocupa desde la Boca del Llano del Banco hasta la actual carretera de San Nicolás, que es precisamente el tramo que se propone poner en valor mediante la actuación propuesta por Coalición Canaria.

Finalmente, Primitivo Jerónimo considera que "los visitantes del Tubo Volcánico de Cueva de Las Palomas tendrían un motivo más que justificado para acercarse a esta zona de la mencionada carretera, junto al campo de lucha y campo de fútbol para contemplar la única vista intacta de lo que queda de las coladas de lava de la erupción de 1949".