El Mensajero logra la permanencia en la división de bronce con un festín de goles

El Mensajero logra la permanencia en la división de bronce del fútbol español con un festín de goles y fútbol, en un partido rotundo del cuadro que dirige Josu Uribe, y que logró en una segunda vuelta magistral el objetivo que se había marcado el club palmero: la permanencia. Cinco goles que casi fueron seis, si Dani López hubiera conseguido materializar en tiempo de descuento un remate con la portería del Getafe B casi vencida.

El numeroso público que prácticamente llenó el Silvestre Carrillo estalló de alegría cuando el colegiado pitó el final del partido, fundiéndose con el equipo en la alegría de la permanencia.

El Mensajero cumplió con creces en un día decisivo y fue muy superior en todas las líneas, frente a un Getafe B que ya estaba descendido, pero que en ningún momento perdió la cara al partido, salvo en el último cuarto del encuentro en el que la diferencia era ya muy abultada.

El delantero Nacho Rodríguez fue el encargado de inaugurar el marcador con un tiro cruzado, tras un pase de un magistral Omar Fleitas, un minuto después de que le anularan otro de idéntica factura.

El Getafe B no deja de ser competitivo y en una contra le mete el miedo en el cuerpo a los mensajeristas al coger Borja Galán a la línea de defensa adelantada, pensando que estaba en fuera de juego, pero el tiro se va por encima de la meta.

El partido entro en un pequeño llano de intensidad, aunque los jugadores del Mensajero nunca perdieron los nervios para conseguir un nuevo tanto que afianzara la victoria, para lo que hubo que esperar hasta el segundo tiempo cuando en una magistral contra, Nacho Rodríguez logra el segundo tanto que lleva la tranquilidad al cuadro local, en el minuto 63.

Yeray el arrugado, que había entrado en la segunda parte, logra el tercer tanto minuto 31 hpara el Mensajero, que se verá refrendado con una excelente vaselina de Iray Barreto, poniendo en el marcador el cuarto gol. La cuenta la cerró el grancanario Vianney, con un excelente recorte en el borde del área chica cuando apenas restaban dos minutos para el final del encuentro. Los tres sustitutos dieron la puntilla a un partido que forma parte ya de la historia del club mensajerista.