La sexta edición de la Escuela de Verano de Puntagorda, organizada por la Concejalía de Servicios Sociales e Igualdad y dirigida a niños y niñas de entre 4 y 12 años, ha echado el cierre tras dos meses de intenso funcionamiento. La escuela se ha desarrollado entre agosto y septiembre, los lunes, miércoles y viernes en horario de 11 a 13 horas, en el aula del antiguo colegio del Pino. Las sesiones se han dividido por el tipo de actividades lúdico-formativas realizadas, como manualidades, juegos al aire libre, taller de elaboración de títeres con representación teatral, fiesta del agua, taller de Diver-cocina y la visita a la Brigada de Refuerzos Contra Incendios Forestales.
Con esta amplia oferta de actividades, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Puntagorda ha pretendido favorecer la conciliación de la vida laboral y familiar, tan importante en esta época del año en la que los menores están en vacaciones escolares, sirviendo de gran apoyo para aquellos padres y madres que trabajan. Según manifiesta Mercedes Candelario, concejala de Servicios Sociales, "es un servicio que se ha ofrecido porque se conocen las necesidades de los padres y madres y sus responsabilidades laborales".
Con motivo de la clausura de la VI Escuela de Verano se ha realizado, con anterioridad al acto de entrega de diplomas en el salón de Plenos del Ayuntamiento, una excursión a la montaña "El Jabre" para volar las cometas hechas por los propios niños y niñas. Ha sido una jornada de convivencia entre los menores, en la que se han compartido, además del desayuno, juegos y risas. Con esta actividad se han visto cubiertos una serie de objetivos planteados desde esta acción formativa: que los menores valoren y respeten su entorno, que aprendan a elaborar sus propios juguetes, que no abusen de muchas horas de video-juegos y que aprendan a compartir.
Mercedes Candelario señala que "durante el desarrollo de esta actividad se ha comprobado la gran aceptación que el recurso tiene entre sus destinatarios y las familias, manifestado en el éxito participativo de los menores y en la asistencia de las familias al acto de clausura donde se entregaron los diplomas, señalando que los verdaderos protagonistas han sido, sin duda, los propios niños y niñas, que acuden a esta actividad con un espíritu participativo admirable, ofreciendo todos los años un magnífico ejemplo de alegría".
