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Los Mascarones regresan a su antigua morada despúes de 80 años

  • Una muestra busca concienciar sobre la importancia de esta imaginería festiva

Con el título "La Danza de Mascarones en el Casino" ha sido inaugurada la primera de las cuatro exposiciones temporales programadas dentro del ciclo "El patrimonio cultural de Santa Cruz de La Palma: la Bajada de la Virgen". Cabe recordar que estas actividades han sido promovidas por el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, los Amigos del País y el Foro Cívico como debate y análisis de la posible candidatura de la Bajada de la Virgen como patrimonio inmaterial de la humanidad. La exposición estará abierta de lunes a domingo hasta el próximo 30 de septiembre.

En 1931, cuando un fortuito incendio destruyó la antigua sede de la Sociedad La Investigadora, se perdieron, también, las figuras que componían la comparsa de gigantes y cabezudos de Santa Cruz de La Palma. Cabe señalar que el viejo casino se ubicaba en donde hoy se localiza el edificio del antiguo parador, guardándose las figuras en un almacén. Después de 80 años, los Mascarones regresan a la que fue su tradicional morada: la Sociedad La Investigadora.

"La Danza de Mascarones en el Casino" es una muestra comisariada por la Asociación Cultural Mascarones y, en su diseño y montaje, han participado diferentes componentes de este colectivo como Jorge Amado Guerra Machín, Isabel Santos Gómez, Juan Alberto Fernández, Antonio Pablo Pérez Concepción, Luis Alberto Martín Rodríguez, Josep Bonsfills Rovira, Víctor J. Hernández Correa, Pedro M. Rodríguez Castaños y Manuel Poggio Capote. La exposición, asimismo, ha contado con la colaboración específica del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, el Cabildo insular, Víctor Díaz Molina y el pintor y restaurador Miguel Ángel Brito Lorenzo.

La muestra presenta la mayoría de las piezas históricas que se han conservado de los gigantes y cabezudos capitalinos: el Biscuit (1935) y la pareja de gigantes (1940), elaborados por el maestro Félix Martín o "Castilla" (1908-1998); la Luna de Valencia, importada en el primer cuarto del siglo XX desde América del Sur por Andrés Pérez Castro; o la figuras alemanas adquiridas en 1935 a la prestigiosa firma Eilers & Mey. Además, la disposición de los muñecos en la sala de exposiciones del casino ha pretendido recrear una danza callejera en la que el visitante circule y se informe de la relevancia patrimonial de este tradicional acto de las fiestas lustrales y que, hasta fecha reciente, se encontraba perfectamente acomodado en el ritual de recibimiento de la Virgen de las Nieves.

La toma de conciencia y sensibilización hacia este número es, por tanto, el objetivo principal de esta exposición, primera de las que se han montado en Santa Cruz de La Palma sobre este tipo de imaginería festiva.

 

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