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Opinión
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No hay novedad

Las vicisitudes políticas del pasado domingo me han recordado una viejísima canción de cuando oía de niño que decía algo así:

No hay novedad Señora Baronesa.
no hay novedad, no hay novedad.
sólo ha pasado que un rayo cayó anoche
y del palacio ha hecho un solar.
Y después lo que quedaba
Se lo ha llevado el huracán.

(https://www.youtube.com/watch?v=QyJT0GRWBL4)

La votación en el Comité Federal del PSOE, posiblemente no haya sido el rayo más destructivo dentro del partido, pues al fin y al cabo era previsible. Lo más negativo es que fue una votación forzada por parte de una Ejecutiva que debió comportarse con la misma fidelidad y unidad que hoy reclama para el resultado obtenido.

Desde un punto de vista ético, el golpe de mano dado contra Pedro Sánchez ha despojado al Comité de toda legitimidad moral para exigir a los parlamentarios la obediencia debida.

El dilema para sus señorías socialistas es nítido; ¿Su acta de diputado se debe a los militantes y votantes que les eligieron con un programa concreto, o depende de las guerras internas entre barones y baronesas en franca lucha por el poder y la supervivencia?

Parece obvio que los diputados se deban a un programa y a sus votantes. Por tanto, parece claro que si se quiere cambiar tan drásticamente de programa, se debiera hacer en un nuevo congreso o legitimarse con una consulta, si bien no a los votantes y simpatizantes en general, si a al menos a la militancia.

Sin lugar a dudas esa toma del poder por parte del Comité, obviando la consulta a la militancia, es la causa de la situación del partido en estos momentos.

El PSOE tiene todo el derecho del mundo a tener una organización piramidal, quién lo duda, pero en ese caso, que lo manifieste abiertamente y deje de jugar con los engaños de primarias para después acabar con los candidatos electos en función de los intereses de la cúspide de la pirámide o de las pirámides en la sombra.

Sin embargo, este golpe, al parecer no ha sido motivado solamente por fuerzas internas, basta ver la presión ejercida por otros partidos y medios de comunicación (las portadas del País en estos días han sido muy reveladoras en ese sentido). No hay más que ver las felicitaciones que está recibiendo la gestora por parte de medios tradicionalmente tan afines al partido como el ABC.

La situación no es nueva, lo ocurrido en el pasado con Borrel ya hizo perder credibilidad al partido, pero con Pedro Sánchez se ha colmado el vaso de la contradicción.

Dadas las circunstancias actuales, todo hace suponer que si el partido no encuentra una rápida solución al problema de la estructura, la territorialidad, la ubicación ideológica y el liderazgo, se pueden producir importantes trasvases o rupturas irreconciliables y el Palacio de la Baronesa quede convertido en un buen solar arrasado por un potente rayo y con peligro de que sus restos terminen de ser dispersados por un huracán.

Vivir para ver.
Continuamos

 

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