Acuerdo de mínimos por Venezuela, un país al que han emigrado más de 35.000 palmeros

Los ojos de Chávez pintados por todos lados deberían bajar la mirada de vergüenza frente al desastre que instauró.

¿Qué esperamos? Es la pregunta que muchos nos hacemos

Tiempo de ira

Vivimos entre dos mundos, de un lado el de la gente del gobierno, quienes festejan, viajan, ríen cínicamente, mienten, se burlan, aprovechan la riqueza petrolera. Son los que otorgan contratos millonarios a extranjeros y depositan el dinero de las comisiones en cuentas bancarias en Andorra.
El otro más real, el que vivimos a diario, el del pueblo que sufre colas humillantes, escasez, es el de los hospitales sin recursos, el de los asesinatos y las morgues. El de la madre que despide con ternura a su hijo que se va sin comer completo, el del padre desesperado que no consigue pañales, medicinas, repuestos, ni trabajo.
Es el mundo del agricultor en huelga de hambre hasta dejar su vida, porque le expropiaron injustamente sus únicas tierras, el de la esposa o la madre tratando de entrar en una cárcel, para visitar al familiar que se atrevió a protestar contra la injusticia del régimen.
Vivimos como si en Venezuela existiera una vida de la piel hacia afuera, llena de discursos oficiales, de propaganda, de limosnas del gobierno en periodos electorales, de amenazas, de ceguera. Y otra vida de la piel hacia adentro, que duele, que se debate entre el grito y la ira.
Venezuela transita el camino del llanto y la desesperación. Sufre, no por las guerras inventadas en las mentes febriles bolivarianas o en campañas publicitarias para encubrir el fracaso, sufre por la miseria que otros venezolanos le están haciendo sufrir.
Hemos visto morir inocentes, muchachas abaleadas, niños suplicando en vano que no los mataran, simplemente porque traidores a la patria pretenden eternizarse en el poder. Porque cuentan con tribunales, con las funcionarios del Consejo Electoral y las armas de unos militares que perdieron todo sentido de moral y patriotismo.
Vivimos tiempos de ira por la violencia que tenemos que soportar, por la tortura, la desigualdad ante la ley y el abuso de poder. Por sentencias injustas de jueces que producen asco.
El pueblo venezolano es una víctima chantajeada, que tiende una mano pidiendo una limosna, pero que cuando no tenga nada más que perder y pierda el miedo, levantará el puño de la protesta. Simplemente porque el que llora frente al hijo enfermo y sin medicinas, dejará de llorar cuando este muera… ese día temblaran los “boligarcas”.
Vivimos en el sobresalto, cada amanecer trae una nueva dosis de locura, el régimen ya no sabe qué inventar para distraer la atención del monumental fracaso de su proyecto. Nadie está en condiciones de prever lo que va a suceder. Lo único seguro es lo imprevisible, eso que se siente venir, los hechos que se van a desencadenar para terminar transformando lo que somos y lo que vivimos.
Vivimos tiempos de reflexión, para aprender de la experiencia, de los errores, del engaño. También tiempos de decisiones, antes de que sea tarde, tiempos de estar preparados para actuar… en el momento preciso.
Son peligrosos, las fuerzas del mal y del bien libran un combate, muchas cosas están en juego. Algo más que nuestro bienestar o nuestras propiedades, nos jugamos la libertad de ser y decidir… nuestra vida y nuestro futuro.
El hombre producto de la revolución chavista, sigue el ejemplo del régimen, insulta, amenaza, condena sin respeto a la ley, lo representa un incapaz como Maduro, un narco como Diosdado, una millonaria que jamás ha trabajado como María Gabriela Chávez o un asqueroso ser como la jueza Susana Barreiros, verdugo oficial de Leopoldo López.
El quiste que gobierna contaminó la sociedad, que lucha como puede para sobrevivir. Una población que cada día pierde en humanidad, influenciada por la corrupción, el contrabando, los beneficios que recibe sin trabajar y la propaganda gubernamental.
He aquí el mayor crimen de los rojitos: la imposición de la incultura, la ordinariez, de los incapaces en puestos de dirección. La aceptación pasiva de la traición a la patria con la presencia castrista, del narcotráfico, de las expropiaciones ilegales, del asalto y ruina de los comercios; la que observa resignada que aumenten los precios y no se consiga nada y que permite se regalen nuestros recursos a cómplices extranjeros.
Me señalaban que la única esperanza es volver a un lento proceso de re-educación, de imponer la obediencia a las leyes y de convertirnos en ejemplo del respeto a los valores. Comparto la opinión del lector, reconstruir, educar, hacer crecer, son todos procesos que toman tiempo, de allí la importancia de comenzar lo antes posible.
Son tiempos de ira, porque estamos cansados de que nos tomen por tontos. Lo último fue el desmentido del gobierno ruso de los supuestos acuerdos sobre el precio del petróleo, para justificar el fracaso de la gira millonaria de Maduro.
No terminábamos de digerir el engaño cuando nos escandalizan con el préstamo de 5 millones de dólares al gobierno de Saint Kitts y Nevis. Estamos tan bien que sobra dinero para ayudar a desarrollar empresas extranjeras, mientras las nuestras se desploman por culpa y la persecución del régimen.
Desengáñense los que piensan que tocamos fondo, siempre es posible caer más bajo, perdimos el 50% de la refinería Sweeny en Texas, por un monto entre 352 y 540 millones de dólares, porque interrumpimos nuestro compromiso de suministro de petróleo.
La verdad es que ocultan la realidad de Pdvsa, su verdadera producción y sus deudas. No debemos olvidar que este proceso se inició, por haber nacionalizado los activos de esa empresa en Venezuela. Como no indignarme cuando recuerdo al loco aquel gritando ¡Exprópiese!
El desesperado por mandar, presidente de la Asamblea Nacional, concretó un negocio de 2,1 mil millones de dólares, por el suministro de carne brasileña. Una vez más beneficiando una millonaria empresa capitalista extranjera.
A todo esto súmele que la falta de repuestos paraliza el 70% del transporte público y que 12.000 nuevos empleos peligran por falta de divisas.
Después de esta realidad, nadie me pida que me haga el loco frente a las historias de los “chavistas en el Imperio”, descritas por el periodista Casto Ocando, quien presentó una lista con 25 personas vinculadas al gobierno “revolucionario”.
Allí aparece la historia del teniente Alejandro Andrade, uno de los hombres más cercanos a Hugo Chávez, cuya inmensa fortuna es investigada por las autoridades de EEUU. A su lado figuran Antonio Chávez y la propia María Gabriela, Germán Ferrer, hijo del diputado del Psuv Germán Darío Ferrer, esposo de la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz.
Rafael Isea, los testaferros de altos chavistas como Cabello y la Fiscal, los hermanos Chacón: Arné y Jesse, Hugo Carvajal, ex jefe de la Dirección General de Contrainteligencia Militar y muchos otros militares y bolichicos, todos multimillonarios bolivarianos.
Son golpes que resiento profundamente en nuestra humanidad. Por eso hoy escribo para herir, para arañar y golpear en el corazón de la gente, esperando que reaccionen… para demostrar lo que el Hombre Chavista es capaz de hacer contra el venezolano.

Nelson Castellano-Hernández
Ex Cónsul de Venezuela en París
Presidente de Venezuela-Futura, Francia
nelsoncastellano@hotmail.com
http://www.noticierodigital.com/2015/09/tiempo-de-ira/#more-283468

Ificrates nos cuenta un cuento lleno de aventuras, pero en verdad debiera haber comenzado cuando los guerrilleros cubanos llegados de Sierra Maestra entraron triunfantes en la Habana, alegrías que duro poco en los cubanos que salieron despavoridos buscando la libertad en el país americano, muchos fueron devorados por los tiburones al naufragar sus barcos hechas en casa.

Escribir sobre Chavez es comentar el fracaso de un militar cantinero que vendió su honor al cubano de la Habana cuando este le dijo que seria mas grande que Bolivia y el cretino traidor a su patria se lo creyó.

Hay que reconocer que los cubanos se comieron el dinero de los venezolanos y a cambio le dieron la misma ración que en Cuba daban, colas para comer y hambre a la hora de dormir.
Vergüenza ajena para país alguno es que sea en Cuba donde se organiza la cedulación de los ciudadanos venezolanos, el pasaporte es dado por Cuba y no por los venezolanos, los registros públicos están en manos de los cubanos y el ejercito y su guerrilla de acción rápida fue entrenada en la isla del encanto o en los llanos venezolanos poe los cubanos.
Horror comentarlo pero en estos desdieseis años del Chavismo se cuentan los muertos por el hampa para llenar tres veces el Santiago Bernabeu, y eso es la catástrofe mayor, ver tanto inocente muerto sin recibir el agresor asesino ningún castigo.
Agro Islena llegó a ser la mas grande de las compañias que suministraban insumos al agro venezolano, nuestra gente emigrante se fue al campo y compro terrenos, donde creo haciendas que luego fueron creciendo para dar al país el fruto del buen trabajo, mas tarde los que nunca nada hicieron, llegaron y los despojaron del esfuerzo que por años hicieron, si se oponían, el secuestro y el tiro en la nuca fue norma del comunista quien siempre busca robar y no crear.
Miles de negocios fueron abusados por el gobierno chavista, la clasica frase del difunto fue, invadan-lo y punto.
Mas de un millón y medio de venezolanos han tenido que salir para buscar en otros paises una mejor forma de vida.
Hoy los nuestros que según aquí se lee, fueron mas de 35,000 y que hoy pueden ser multiplicados por cuatro o cinco pues allí crecieron en familia, están sufriendo el horror de un país sin ley que solo obedece al que desde la Habana dirigen, no existe bondad alguna en los hermanos Castros, el Papa en su viaje pidió ver al diablo y nunca mas dijo nada de Cuba en sus días en el país de las barras y las estrellas.
Ifcrates bien puede escribir un libro de flores y estilos, pero mejor se diera una vuelta por el país que fuera de Bolívar y hoy de los Castros comunistas que apoyan a Podemos en la España que se convulsiona con los corruptos que quieren romperla.
Sabemos que Ificrates fue un mercenario griego y hoy esta aquí en elapuron.com para dejarnos cuentos de callejas cuando escribe sobre Venezuela, este griego bien puede estar escribiendo desde Varadero o desde el Palacio de Miraflores, vaya usted a saber y lo peor es que el mismo se cree lo que escribe.
Siga amigo mercenario escribiendo las bondades que usted ve en el que fue buen país para emigrar y hoy para salir corriendo de el.
Para los de Podemos, sigan por el mismo camino que también puede llegarle la misma medicina que hoy recetan donde la muerte impera y el hambre aprieta.