El PP sostiene que la labor del Gobierno insular agoniza e incide en el retroceso de la Isla

El grupo del Partido Popular en el Cabildo considera que el Gobierno insular "se ha mostrado ineficaz, nada reivindicativo ni  novedoso, sin programa ni ruta a seguir, con áreas de gobierno cuya gestión es agonizante o acomodada, en una tarea apática sin impulso ni tensión". Así lo manifestó el portavoz del PP en el Cabildo, Carlos Cabrera, que calificó la gestión insular de  "inmovilista" y que ha incidido "en el  retroceso continuado de nuestra isla".

"Es evidente que el año que hemos pasado está marcado por la grave crisis económica que padecemos, pero eso no es óbice ni pretexto para que, un año más, el equipo de gobierno insular de CC y PSOE no hayan hecho sus deberes y se hayan limitado, en la mayoría de los casos, a permanecer impasibles, con los brazos cruzados, sin gestión alguna más allá de la irrenunciable y cotidiana gestión diaria de meros asuntos de trámite", criticó Cabrera.

Desde el grupo popular consideran que "los compromisos ciertos, las propuestas novedosas, las  nuevas iniciativas e  ideas, las exigencias de solidaridad, no han existido y los cambios que reclamaban los ciudadanos para que esta isla vuelva a ser una auténtico referente regional ya nadie los espera de este grupo de gobierno".

"Lamentablemente, La Palma vuelve a ser la número uno en pérdida de población, en desempleados (con el mayor incremento interanual de toda Canarias), en menor tasa de ocupación, en menor actividad económica, con dos pilares básicos de su economía, como son la agricultura y el turismo, que no tienen guía, ni proyecto, ni prioridad alguna en la labor del gobierno insular", explicó Carlos Cabrera, quien aseguró que "así difícilmente podemos mirar con esperanza al futuro".

El consejero popular reiteró que pese a encontrarnos inmersos en una  profunda crisis económica, "deberíamos haber contado con un trabajo seriamente cimentado y construido para salir más pronto que tarde".

Cabrera aseguró que su grupo sigue "abogando y proponiendo, como lo ha hecho desde hace algunos años,  la necesidad de impulsar urgentemente acciones insulares, es decir, específicas, que supongan el  apoyo a la formación que forme y dé trabajo, de estimulación al mantenimiento y creación de empleo, de búsqueda permanente de inversores y de nuevos proyectos, de activar los mecanismos de financiación mixta, de coordinar la producción y comercialización de nuestros productos agrícolas, de consensuar una política turística de altura, con las modificaciones del planeamiento del sector que tanto daño nos ha hecho, de priorizar nuestros proyectos (infraestructuras turísticas, viales, sanitarias, educativas…) y de convencer o exigir que necesitamos aquella inversión que nos iguale al resto de las islas puesto que, no olvidemos, finalmente, que La Palma es la isla con peor tratamiento en los presupuestos regionales".

Cabrera concluyó reiterando "la necesidad de un acuerdo  insular con las mejores y alcanzables propuestas  de futuro, marcando los tiempos y exigiéndonos un irrenunciable calendario de objetivos que pueda hacernos vislumbrar una esperanza cierta,  alejada, por supuesto, de las reiteradas y falsas manifestaciones de algunos que nos quieren hacer creer que todo va bien".