La población de La Palma crece en 808 habitantes en el último año

Tiene razón Galva. La mayoría de las zonas de cultivo de Tazacorte que están fuera del latifundio de Sotomayor/Morales son de equeños propietarios de Todoque, Las Manchas y La Laguna, la mayor parte de ellos retornados de la emigración de Venezuela o Cuba. Pero, en todo caso, hoy las fincas de plátanos están todas pasando a cuatro familias que están comprando todo ese esfuerzo. Los hijos de los retornados estudiaron y se quedaron a vivir fuera de la Isla. Los pequeños agricultores se pusieron viejos y se marcharon con sus nietos . Venden las fincas que siempre compran dos o tres terratenientes, que son los que mejor pagan y que se están haciendo con el gran parte de ka superficie platanera. Tenemos hasta esa desgracia. Volvemos a los latifundios que , siempre provocan abusos.

Lo de Tazacorte tiene mucho que ver con la gestión política de los últimos años. Los bagañetes no emigraron a Venezuela: tenían trabajo en las bases, terminaban su trabajo a las 11 de la mañana y un sueldito para echar unas cervecitas a media mañana. Eso sí, muy implicados en la lucha de clases, con alcaldes comunistas que construyeron centenares de viviendas sociales, pero sin procesar ningún tejido productivo de naturaleza liberal. Cuando se acabaron las bases, el socialismo municipal se dedicó a dar cientos de puesto de trabajo eventual para limpieza de calles y jardines. Parecía las calles de Cuba , trabajadores que no cabían en las zonas públicas. En Los Llanos y El Paso, mientras tanto, se crearon decenas de empresas, se diseñaron espacios para industrias y comercios. Hubo empresarios que hicieron mucho dinero. Mal visto por la izquierda, claro. Pero dieron trabajo y hoy hay dos ciudades de progreso en el Valle y uno en decadencia total.