Coello niega que el hospital se haya quedado sin cardiólogos: "Se han ido tres y quedan dos"

Sr. Lapa (comentario de hace dos horas), en el caso de cardiología no parece que el problema sea que se hayan jubilado cardiólogos y no se hayan sustituido. Las noticias nos hablan de 3 cardiólogos que se han ido, cardiólogos estos queridos y respetados por los pacientes, pues las críticas que le leído son sobre todo lamentando que estos cardiólogos ya no estén el el Hospital de La Palma. Lo que no parece tan claro en vista de las informaciones que están saliendo, es que estos cardiólogos fuesen queridos y respetados por los responsables del funcionamiento del hospital. Lo que parece claro es que “alguien” se ha dedicado a destruir (tres cardiólogos que se han ido) un equipo de trabajo (cardiología) que vistos los comentarios eran queridos por sus pacientes. Cuando se comete un error, lo más sano es ser humilde y reconocerlo, pues huir hacia adelante solo conduce a complicarlo más. La Sra. Nieves Barreto de CC, pide explicaciones al Consejero de Sanidad sobre las declaraciones de la Sra. Coello, eso está bien, pero no soluciona el problema. Los pacientes de cardiología no solo es que puedan estar desatendidos en estos momentos, es que han perdido a sus médicos de confianza, para ahora tener que reestablecer esa relación tan importante entre médico-paciente con los nuevos que pretenden incorporar. Por tanto pienso que más que explicaciones, lo que hay que conseguir es que esos profesionales (de verdad, titulados) vuelvan con todas las garantías, pues no parece que se hayan ido buscando mejoras personales, más bien huyendo de malas praxis y situaciones ilegales. Hay que conseguir restaurar lo que se tenía, en lugar de parchearlo, y si esto no lo intentan los políticos de turno, que lo exija el pueblo Palmero, al fin y al cabo, el más perjudicado, y que las explicaciones vengan después. El retorno de estos profesionales no solo beneficiaría a los pacientes, sino que a demás sería una garantía de que lo sucedido no vuelva a suceder. Obviamente los responsables que han propiciado este caos, son los que tienen que dimitir. Las historias deben terminar de modo que los buenos ganen y los malos pierdan, que en La Palma no suceda lo contrario, los buenos se van y los otros se quedan. A ver si por una vez los palmeros en lugar de aceptar lo que nos quieren dar, hablamos y pedimos lo que nos corresponde.