Bandera negra a La Palma por las obras del embarcadero y por la tubería que atraviesa la nueva fajana del volcán

La isla de La Palma ha recibido una de las 48 banderas negras que Ecologistas en Acción ha otorgado por contaminación o por mala gestión ambiental de las costas en España.

Los ecologistas señalan en un comunicado que tras la erupción del volcán en septiembre 2021 las administraciones llevaron a cabo varias obras por la vía de emergencia, esquivando los trámites de contratación y de evaluación de impacto ambiental.

Al respecto indica que una de estas obras, ejecutada por el Gobierno de Canarias, es la construcción desde mediados de 2022 de un embarcadero en el barrio de La Bombilla en la zona protegida “Franja marina de Fuencaliente” para embarque y desembarque de agricultores desde el puerto de Tazacorte hasta sus fincas al sur de las coladas.

El plazo para la ejecución de esta obra de emergencia era, en principio, de 6 meses y con un presupuesto de 1.500.000 euros. “Aún no se había colocado un solo prisma en el mar cuando, a principios de junio 2022 para vehículos 4×4 y en julio para la totalidad de los vehículos, quedó abierta la carretera La Laguna-Las Norias, conectando por vía terrestre el norte y el sur de las coladas. A partir de ese momento la infundada y rocambolesca justificación que tenía el embarcadero dejó de existir. Fue aquel el momento de haber cesado la ejecución de la obra”, sostienen.

Los ecologistas denuncian que “a pesar de ello, y a pesar del retraso de las obras por los destrozos causados por el fuerte oleaje del que habían avisado los pescadores de la zona, a principios de 2023, el Gobierno de Canarias, en vez de paralizar esta obra inútil, amplió el plazo y el presupuesto de la obra en otros 423.000 euros”.

Recuerdan asimismo que antes del inicio de la obra, Centinela-Ecologistas en Acción en La Palma denunció el despilfarro de gasto público, la improvisación y la absoluta carencia en el proyecto de cualquier mención al funcionamiento del embarcadero tras su construcción. “A día de hoy la Consejería de Obras Públicas sigue sin explicar qué compañía se hará cargo del transporte de ningún agricultor desde el puerto de Tazacorte hasta este embarcadero”.

La otra obra por la que La Palma recibe la bandera negra es la instalación por parte del Consejo Insular de Agua de la tubería que atraviesa la nueva fajana formada por la erupción volcánica.

Los ecologistas afirman que la apertura de una pista para la colocación de la tubería de regadío ha provocado daños irreversibles en las formaciones geológicas que constituyen el territorio más joven del Estado, daños “perfectamente evitables desde el momento en que existían otras alternativas para lograr resultados incluso más eficientes desde el punto de vista de las necesidades de riego en la costa del valle”.

Las obras de la tubería, advierten, comenzaron sin la preceptiva concesión de la Demarcación de Costas y sin informe de evaluación ambiental. Estos hechos fueron denunciados por Centinela- Ecologistas en Acción y, “después de desobedecer la orden ministerial de paralización de las obras, el Consejo Insular de Aguas es objeto de un expediente sancionador que puede acarrear un desembolso 1,7 millones de euros”.

Este, afirman los ecologistas, es el resultado de las “decisiones valientes de dos cobardes que tratarán de mantener su patrimonio personal a salvo de la responsabilidad civil y tal vez penal de este desastre ecológico y económico”.