El verano más tórrido de la historia en Canarias deja 81 muertes atribuidas al calor

Canarias acaba de vivir el verano más caluroso desde que hay registros fiables y consolidados (1961), con temperaturas extremas de hasta 46,2 grados a las que se atribuye la muerte de 81 personas, el doble de las que produjo el calor en el mismo trimestre de 2022, según el seguimiento de este tipo de incidencias que realiza el Instituto de Salud Carlos III.

El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, y el director territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), David Suárez, han presentado este viernes el balance del verano, una estación que ya se despidió en el calendario climatológico y que deja dos centenares de récords de temperaturas diseminados en las diferentes estaciones meteorológicas de las islas.

El balance del verano arroja una temperatura media de 24,5 grados en las islas, 1,8 grados por encima de lo habitual, con dos episodios cálidos en junio y julio y dos olas de calor en agosto que hicieron que ese mes también pase a los registros oficiales como el agosto más caluroso en Canarias de toda la serie histórica.

Por islas, el calor resultó especialmente duro en Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, donde la anomalía respecto a lo habitual en los veranos en esas islas fue de +1,8 grados y algo más llevadero en Tenerife, La Gomera, El Hierro y La Palma, con +1,4 grados. No obstante, en ninguna de las dos provincias tiene precedentes.

Junio, julio y agosto se han despedido con un rosario de “efemérides” en materia de temperaturas, término que la Aemet emplea para referirse a registros que marcan un máximo mensual o absoluto en una estación concreta, en una isla o en toda la comunidad.

En concreto, ha detallado Suárez, son más de 200 récords de temperatura media mensual más alta (71), temperatura media de las máximas más alta (63), temperatura media de las mínimas más altas (76) y temperaturas máximas absolutas más altas (28).

Otro dato que llama la atención de este verano es que todas las islas han vivido noches tropicales, como se denomina a aquellas en las que el termómetro no baja de los 20 grados, y en niveles también muy por encima de la media de los registros en Canarias.

El 10 % de las estaciones registró además noches “infernales” (cuando el termómetro no baja de 30 grados) y en todas las islas hubo algún día con registros por encima de los 40 grados.

Otra efeméride singular fue la que se vivió durante la primera ola de calor de agosto en Guía de Isora (Tenerife), con una jornada en la que la mínima del día fue de 37,5 grados.

En paralelo, los registros de lluvias de este verano lo convierten en el segundo más húmedo de la historia en las islas, con 20,3 litros de agua por metro cuadrado recogidos de media, casi el cuádruple de lo habitual (+276 %).

Esa característica de este verano se debe básicamente al paso de la borrasca Óscar por Canarias en junio, que regó las islas con casi 17 litros por metro cuadrado de media, cinco veces lo esperado para ese mes, mientras que julio fue normal y agosto un 24 % más húmedo de lo habitual.

No obstante, el balance del año hidrológico sigue siendo muy seco, con precipitaciones recogidas en doce meses que están un 36 % por debajo de lo normal.

De hecho, ha advertido David Suárez, hay estudios recientes que indican que en Canarias los terrenos sometidos a un clima desértico se expanden a un ritmo de 6 kilómetros cuadrados al año en detrimento de los suelos bajo un régimen climático templado.