Facundo Cabrera, el arte de hacer visible lo invisible

En La Palma hay muchos aficionados a la fotografía y Facundo Cabrera es sin duda uno de los más sobresalientes por su particular mirada para retratar los que nos rodea y para hacer visible lo invisible con el objetivo de su cámara. Este ingeniero técnico agrícola  de formación, que en actualidad se encarga de gestionar la comercialización de la empresa pública de Sodepal, donde está consiguiendo mejorar los datos de facturación, dice que lo suyo por la fotografía más que una afición es pura pasión en la que empezó a produndizar hace ya unos años, en 2011.

Aunque hace fotos espectaculares de todo (del mar, de la montaña, de rincones, etc), sus imágenes de detalle de lo que es casi imperceptible para el ojo humano como un pequeño insecto, son realmente sorprendentes y no pasan desapercibidas. "Es una mezcla de sensibilidad, de curiosidad y de perfeccionismo", afirma. "Fotografiar cosas diminutas supone sacar a la luz algo que de otra manera no podría ver la gente. Por ejemplo figuras en gotas de agua, piroclastos (pequeñas piedrecitas de volcán) o semillas", comenta Cabrera, que reconoce que para conseguir este tipo de imágenes hay que tener interés y paciencia porque "hacer una foto de una cosa diminuta que tiene un volumen de un par de milímetros es un proceso bastante complejo".

Además de ello, ha montado lo que denomina una "caja de luz" y "hago entre 50 y 200 fotos con separaciones una detrás de otra de veinte o treinta micras para luego, con un programa, sumarlo, porque desde el punto de vista óptico cuando se trata de cosas diminutas, lo que es la profundidad de campo, que es la zona que ves nítida de la fotografía, llega a tener el grosor de una hojilla de afeitar y para conseguir que algo tan pequeñito se vea nitido en toda su profundidad tienes que hacer muchísimas fotos, como si estuvieras cortando un jamón pero muy finito y después sumar todos esos planos de esa semilla o de ese insecto y ves todo el volumen nítido. Es casi como cuando te hacen un escáner cerebral, que montan todos los planos y ven todo e lvolumen. Es complicado pero se puede hacer".

Por su particular manera de fotografiar lo que nos rodea, Cabrera ha hecho multitud de exposiciones dentro y fuera de las islas. En El Hierro realizó una muestra con motivo del primer aniversario del volcán de La Restinga, había científicos de todo el mundo que "reconocieron, dijo, que nunca habían visto nada igual" de cosas tan pequeñas, en este caso eran fotografías de piroclastos casi en 3D y en color.  Y es que para Facundo Cabrera, lo complicado no es un límite sino un reto, "no me arrugo y lo resuelvo". "Por suerte, indicó, tengo un trabajo que me permite tener la fotografía como afición y lo que hago lo hago porque me gusta, no para ganar dinero, al contrario me cuesta dinero; el único beneficio que saco es el personal y me basta".

Miles son las fotos que ha hecho en estos años en los que se ha volcado con esta afición que tanto le llena y que le ha permitido captar a través de su lente tantos momentos bonitos. Una de las últimas que ha llamado mucho la atención es la del Teide nevado, hecha desde Los Cancajos con un teleobjetivo, un 600, aunque el que la ve cree que se hizo desde muy cerca. "Por eso llama tanto la atención, porque es distinta", afirma este fotógrafo autodidacta y generoso que no tiene ningún problema en compartir las fotos en las redes pues confiesa que "no las hago para tenerlas guardadas".

El próximo reto que tiene ahora en mente este artista de la imagen es hacer fotos de pupilas, algo "difícil porque tienes que jugártela a una sola foto. Alrededor del agujerito del ojo, ese dibujo que te define si es marrón, verde o azul, esa especie de raicilla se mueve, y para poder hacer un plano y otro plano lo que estás fotografiando tiene que estar quieto; en cuanto se mueve vas a sumar los planos y te queda borroso, por lo tanto tienes que hacer lo imposible para que la foto te salga con un solo disparo. Eso lo complica más pero no lo hace imposible", afirma el hombre que disfruta y hace disfrutar con la fotografía.