La declaración del estado de alarma, prorrogado injustificadamente por el Gobierno español por espacio de quince días, es considerado por Intersindical Canaria como un grave y peligroso precedente en la militarización de la vida civil y laboral de un teórico Estado de Derecho que, además, puede ser la espoleta para su repetición en la resolución de otros conflictos sociales o laborales.
Con esta excepcional medida, inédita en el periodo democrático, el PSOE camina, según el STEC, hacia el acentuamiento de su deriva totalitaria ya iniciada con la imposición sostenida de decretos para el recorte de derechos laborales y sociales. De hecho, Intersindical Canaria interpreta la declaración del estado de alarma en el conflicto de los controladores como una medida expeditiva y antidemocrática que también pretende frenar, mediante la alarma y la intimidación, cualquier reacción o protesta social ante las actuales y duras medidas de ajuste económico.
Hay que resaltar, indica el sindicato, que el reprobable plante de los controladores aéreos, tuvo como desencadenante la aprobación por el Consejo de Ministros de un sorpresivo decreto que modificaba unilateralmente las condiciones laborales del colectivo y privatizaba el organismo público AENA. En relación a las excepcionales condiciones salariales de los controladores, también recuerda que estas han sido consentidas y avaladas durante muchos años por los sucesivos gobiernos, tanto del PSOE como el PP.
Utilización obscena
Por otro lado, Intersindical Canaria afirma que la "vergonzante y obscena utilización de la celebración del Día de la Constitución para ensalzar y enaltecer la declaración del estado de alarma, asunto presente en el contenido de la mayoría de discursos oficiales del 6 de diciembre, denota negro sobre blanco, la preocupante fascistización de la vida pública española y canaria, arrastrando con ello a la denominada Carta Magna al nivel de la democracia orgánica franquista y los Principios Generales del Movimiento".
En opinión de este sindicato, "la renuncia al uso de las herramientas democráticas y constitucionales de las que se ha dotado el Estado de Derecho para sustituirlas por recursos autoritarios castrenses sin haber agotado todas las vías civilizadas de resolución de un conflicto, han hecho disparar todas las señales de alarma sobre la certeza de estar asistiendo a un proceso político de carácter involucionista de imprevisibles consecuencias".
