Pide ayuda a Sanidad para tener una vida más digna

Nieves López Estrello tiene 53 años, cuatro hernias discales entre la columna y las cervicales y obesidad morbida, pesa 113 kilos, y dice que ya no puede más, que está cansada de que no le hagan caso en el Hospital General y de que la traten "como si fuera un balón a quien a todo el mundo le da patadas de un lado para otro y ninguna solución". Le niegan, dice, un pase para ser tratada en el HUC de las cuatro hernias y para hacerse una reducción de estómago que le permita vivir un poco mejor.

Cargada de papeles que acreditan su historial médico y sus enfermedades, Nieves López se queja de que hasta 2004 fue tratada de las hernias por un neurocirujano en el Hospital Universitario de Canarias, HUC, pero que desde 2005 no le dan el pase o salida en el Hospital palmero para seguir con el tratamiento en Tenerife. "Nadie me da una explicación de por qué no me dan el pase y eso que quien me mandaba al neurocirujano era un neurólogo".

La consecuencia de esta esta situación, asegura la afectada, es que a cada momento tiene que ir a urgencias a que la pinchen por los dolores, que ha perdido fuerza en los brazos y se le caen las cosas de la mano, que no puede estar de pie porque se cae o que se vomita por las mañanas "como si estuviera embarazada".

Pero además de las cuatro hernias discales, Nieves tiene obesidad morbida y está pendiente de una operación de reducción de estómago desde hace tiempo y de la que no sabe nada porque "iba a las consultas al HUC, y las últimas pruebas las tenía para diciembre de 2011 y no fui porque tampoco me dieron el pase en el hospital".

"Me siento fatal porque tengo días que no puedo comer ni bañarme. Me levantó mal, hinchada y me dan temblores y me duelen las rodillas", afirma Nieves López que recuerda que cuando la mandaron al HUC por primera vez pesaba 120 kilos y ahora 113 kilos pero "sigo inflada y mal".

La lista de patologías que tiene Nieves también incluye la artrosis, piedras en la vesícula y una urticaria crónica.

Nieves López cuenta que siempre ha estado en los hospitales, "primero con un hijo, luego con mis padres y ahora me ha tocado a mí y lo que pido es que me atiendan como es debido y no que me tengan como una pelota en un barranco, unos para un lado y otros para el otro. Estoy cansada de pruebas y de tonterías, necesito que me mejoren un poco la salud para poder vivir con dignidad porque como estoy ya no puedo seguir. Me gustaría poder levantarme y hacer las cosas en casa, no tener que estar sentada porque me canso, dormir". Pido que me ayuden a estar un poquito mejor, apostilló.

El copago farmacéutico es otro problema añadido porque Nieves López nos ha contado que ahora tiene que pagar la mitad de las medicinas, como la crema para los dolores, y "el problema es que no tengo dinero ni para comprar comida porque tengo una paga no contributiva pequeña y tengo que pagar el alquiler, el agua, la luz y ayudar a un hijo en paro". Su pareja cobra una paga por invalidez pero no llegan a final de mes y la nevera está vacía.