La Biblioteca Municipal de Teatro "Antonio Abdo" ha recibido la donación de un fondo documental de gran importancia relacionado con la historia reciente del teatro en Canarias. Se trata del archivo de la antigua Junta Provincial de Santa Cruz de Tenerife de la Asociación Española de Teatro para la Infancia y Juventud, cuya actividad en los años 60 y 70 fue especialmente fructífera.
El fondo se hallaba en posesión de Alfonso Morales y Morales, doctor en Farmacia y académico numerario de la Real Academia de Medicina de Santa Cruz de Tenerife, y persona muy vinculada a las artes escénicas en la época, en la que ejerció como crítico teatral. Alfonso Morales formó parte durante años de la Junta Provincial de la Asociación y, al disolverse ésta, acabó custodiando en su propio hogar de la capital tinerfeña todo el legado documental y bibliográfico, a la espera de encontrar un destino adecuado para el mismo. Gracias a la intermediación de los actores Pilar Rey y Antonio Abdo, entró en contacto con la Biblioteca Municipal de Teatro, a la que ofreció desinteresadamente este importante fondo.
Aunque llevará tiempo catalogar y ordenar toda esta documentación, se trata de un material excepcional para conocer un capitulo poco estudiado de la historia del teatro en las islas. En él se encuentra documentación abundante de la Asociación, fotografías, recortes de prensa, revistas, programas de mano, obras manuscritas, y varios libros, en su mayoría obras de teatro para niños y jóvenes.
El alcalde de Santa Cruz de La Palma, Sergio Matos, se ha mostrado "enormemente agradecido a don Alfonso Morales por esta importante donación que viene a enriquecer de forma extraordinaria el archivo documental de la Biblioteca Municipal de Teatro". El concejal de Cultura, Zacarías Gómez, por su parte, señala que en estos momentos la Biblioteca está llevando a cabo una serie de reformas precisamente con el fin de albergar en las mejores condiciones el Archivo y Centro de Documentación Municipal de Teatro.
PedroLuis
Don Alfonso Morales, reconocido farmacéutico, siempre ha destacado por su inquietud cultural e histórica.
Compañero durante muchos años, como profesor en la Facultad de Farmacia, siempre defendió la amplitud conceptual y profesional del farmacéutico, en quien veía no sólo a un profesional de la sanidad, sino también a un responsable de las relaciones sociales y de la cultura, allí donde el farmacéutico le tocaba ejercer su profesión.
Me alegra muchísimo que este valioso patrimonio histórico y cultural haya terminado en La Palma, volando desde una isla mayor a una menor, lo que demuestra una vez más que cultura y geografía son dos cosas diferentes.
Gracias a Alfonso y gracias a doña Pilar y don Antonio, cuyas gestiones, seguro, que habrán sido determinantes. Enhorabuena a todos los implicados.
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